Un hombre observa la evolución a la baja del Ibex-35, ayer, en la Bolsa de Madrid. :: DOMINIQUE FAGET / AFP
Economia

El Ibex-35 pierde los 7.000 puntos en su peor cierre de los últimos tres años

El Tesoro Público salva los muebles en su emisión de bonos y obligaciones al triplicar la demanda a la oferta

MADRID. Actualizado: Guardar
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El dinero sigue huyendo a riadas del parqué a medida que crece entre los inversores la sensación de debilidad de la economía española. La Bolsa ahondó ayer su declive con otro batacazo que hundió al Ibex-35 por debajo de la cota de los 7.000 puntos (hasta marcar 6.908,1 al cierre), nivel que no traspasaba desde el viernes 6 de marzo de 2009, cuando cayó hasta 6.936,9. En lo que va de año, es decir, en la era de gobierno de Mariano Rajoy, el desplome acumulado es del 19,36%.

En su peor cierre en tres años, el principal selectivo español se vio arrastrado a la baja por la debacle de grandes valores como Repsol (cuyas acciones cedieron un 4,77% en plena tormenta por la nacionalización de YPF en Argentina), los grandes bancos y las constructoras. En el resto de parqués europeos la jornada fue también negativa. Fráncfort, Londres, París y Milán también cerraron en rojo.

En España los inversores se apuntaron en masa a la desconfianza pese al aceptable resultado de la subasta de deuda soberana realizada por la mañana. Tras el tropezón sufrido el pasado martes en la emisión de letras a doce y dieciocho meses, el Tesoro salvó los muebles y captó 2.541 millones en bonos y obligaciones del Estado, con un interés marginal parecido al de las últimas operaciones similares y con una alta demanda, que casi triplicó a la oferta.

En el caso de los bonos con vencimiento en 2014, la emisión alcanzó los 1.116,3 millones y el tipo marginal fue del 3,52%, sólo una centésima por encima del 3,51% que marcó la anterior subasta del mismo producto, celebrada en octubre de 2011. En cuanto a las obligaciones, que vencerán en 2022, la colocación llegó a 1.425 millones, y el tipo marginal se situó en el 5,77%, tres décimas más que en enero, cuando marcó el 5,46%. En su análisis de la subasta, el Ministerio de Economía consideró que la elevada demanda -el importe solicitado llegó a sumar 3,28 veces la oferta en el caso de los bonos y 2,42 veces en las obligaciones- «refleja la confianza de los inversores en los títulos españoles en un contexto de turbulencias en los mercados financieros».

Máximos históricos

Pero esa pretendida tranquilidad no se trasladó luego a la Bolsa ni a la prima de riesgo, que escaló hasta 423 puntos básicos, trece más que en la jornada anterior, mientras la rentabilidad del bono español rozaba el nivel psicológico del 6%. Los seguros para cubrir posibles impagos de los bonos españoles (CDS) cotizaron muy cerca de sus máximos históricos.

En general los bancos pagaron caros los rumores sobre una exposición excesiva a los títulos soberanos españoles tras la emisión. Tampoco ayudaron las filtraciones en torno a la posible pérdida de la máxima calificación crediticia por parte de Francia. Esas tensiones se reflejaron en la prima de riesgo del país vecino, que subió once puntos básicos, hasta los 140.

Entre los principales valores del Ibex-35, BBVA perdió un 4,52% y Santander retrocedió un 3,56%. Iberdrola retrocedió un 3,09%, muy perjudicada por las desinversiones acometidas esta semana por el grupo de construcción y servicios ACS, su principal accionista. Los títulos de Telefónica cayeron un 2,84%. Sólo seis títulos consiguieron eludir las caídas: Amadeus exhibió la mayor subida (5,11%) tras anunciar un aumento de su presencia en Estados Unidos. También mejoraron Red Eléctrica (1,94%), Dia (1,44%), Grifols (1,07%), BME (0,68%) y Enagás (0,18%).