Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
Los principales candidatos, Sarkozy, a la izquierda, y Hollande, fotografiados en distintas convocatorias electorales. :: AFP
MUNDO

Sarkozy y Hollande ignoran al FMI

Los favoritos de las presidenciales francesas pecan por optimismo en sus programas económicos

FERNANDO ITURRIBARRÍA CORRESPONSAL
PARÍS.Actualizado:

El conservador Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande, favoritos para disputarse el Elíseo el 6 de mayo, pecan de optimismo en las previsiones económicas de sus programas electorales. Pero ambos hacen oídos sordos a la cura de realismo que les acaba de sugerir el Fondo Monetario Internacional (FMI), una de las instituciones que mejor conoce la economía francesa. Dos antiguos ministros de Finanzas en París se han sucedido en la última etapa de su dirección: el socialista Dominique Strauss-Kahn y la conservadora Christine Lagarde.

En vísperas de la primera vuelta electoral del próximo domingo, el FMI vaticinó que el crecimiento francés solo será del 1% en 2013, muy por debajo de las expectativas de Sarkozy y Hollande. El candidato a un segundo mandato y el aspirante a la alternancia someten al veredicto de las urnas programas construidos sobre una hipótesis bastante más optimista, del 1,7% el año próximo. Eso sin contar que a partir de 2014 esperan un ritmo anual de crecimiento del 2%. La estimación del organismo de Washington pone en entredicho el compromiso adquirido por ambos de reducir el déficit público desde el 4,4% o el 4,5% esperado este ejercicio hasta el 3% en 2013.

En una entrevista emitida por el canal de televisión BFM, Sarkozy relativizó ayer el recordatorio por el FMI de la cruda realidad. «Yo había dicho que haríamos un 1,75 de crecimiento en 2011 contra todos los analistas y lo he hecho», declaró el presidente saliente, quien observó que «el FMI revisa sus previsiones cinco o seis veces al año». «Espero la próxima...», apostilló. La ministra del Presupuesto, Valérie Pécresse, ratificó que el Gobierno francés mantiene sus previsiones de un 0,7% para 2012 y del 1,75% para 2013. El FMI prevé un 0,5% y un 1,0%, respectivamente.

Ante los micrófonos de la radio France Inter, Hollande dejó claro que no tiene ninguna intención de «ajustar mi política a la proyección del FMI». «¿Qué dice hoy el FMI? Que Europa tiene el crecimiento más débil del mundo, una recesión en 2012, y que las medidas de austeridad, si son confirmadas, van a agravar no solo las condiciones del crecimiento, sino que además no permitirán el restablecimiento de las cuentas públicas», interpretó.

«¿Y se me pregunta si aumentaría la austeridad? La respuesta es no», sentenció. «No puedo admitir que en nombre de la reducción necesaria del déficit se apliquen políticas que agravan las condiciones de crecimiento, que no permiten reducir la deuda», zanjó con rotundidad.

Crecimiento, no austeridad

Hollande fue aún más contundente en una entrevista publicada ayer por el diario económico alemán 'Handelsblatt' al rechazar que «la austeridad sea la regla durante diez años». En caso de victoria el 6 de mayo, el favorito para convertirse en el próximo presidente de Francia se mostró dispuesto a bloquear el nuevo pacto europeo sobre la disciplina presupuestaria si no es renegociado para incorporar «un paquete de crecimiento, actividad, empleo, de investigación e innovación».

El presidenciable socialista calificó además de «pura operación de relaciones públicas» el proyecto de inscripción en la Constitución francesa de la llamada 'regla de oro', que instaura la obligación legal de una disciplina presupuestaria. Su proyecto electoral se limita a proponer la aprobación de una ley de programación para los cinco años de mandato en la que el Estado se comprometería a conducir el presupuesto francés hasta el equilibrio en 2017.

Hollande alegó que su posición es compartida por muchos dirigentes europeos, no solo socialistas, entre quienes citó a los jefes de los gobiernos de España, Mariano Rajoy, e Italia, Mario Monti, que «están inquietos por sus países y por ellos mismos». «Por primera vez desde hace mucho tiempo, la elección francesa será una elección europea. Lo que se decidirá en Francia contará para la dirección de Europa», insistió.