Repsol admite que tardará tiempo en ver reconocidos sus derechos
La petrolera confía en los jueces «porque ellos no responden a la demagogia» de los dirigentes argentinos Ana Palacio Exministra de Exteriores
MADRID.Actualizado:El presidente de Repsol lo había advertido tras conocer la expropiación: «Nuestros números en YPF están claros, pero tratarán de manipularlos, y los defenderemos donde haga falta». De inmediato, la operadora tendrá que hacerlo ante los tribunales internacionales, frente a los dirigentes del Gobierno argentino que les acusan de ocultar información, y de invertir en marketing e imagen, olvidando la exploración, que es el meollo de la actividad petrolera.
Antonio Brufau, que ayer encontró un paliativo a sus cuitas en el acto inaugural de la ampliación de la refinería de Cartagena -más de 3.000 millones de inversión, 800 empleos directos creados y otros tantos indirectos preservados- aprovechó la oportunidad para responder a las acusaciones de los dirigentes del equipo de la presidenta argentina.
Alex Kicillof, el emergente viceministro de Economía, le había atribuido dejar caer la explotación de los yacimientos convencionales, con el 'falso' argumento de que estaban maduros, para destinar los fondos a hacer auténticos 'shopping center' de las estaciones de servicio donde se dispensan los carburantes. «Nosotros haremos el milagro de relanzar esos yacimientos maduros», desafió el martes en el Senado argentino. No obstante, YPF caía más del 24% en la Bolsa argentina poco antes del cierre. Kicillof aseguró que la petrolera española no obtendrá los 10.000 millones de dólares que reclama en pago del 51% de su propiedad de YPF, ni menos aún la compensación por el lucro cesante de las explotaciones futuras por un importe que podría ascender a 8.000 millones de dólares adicionales.
«Era de esperar», zanjó Brufau, tras conocer la negativa al reconocimiento de las demandas de indemnización de Repsol. Expresó luego su confianza en que «los tribunales acabarán por darnos la razón». Aunque admitió que los procesos pueden ser largos, la exigencia de responsabilidades «se abrirá finalmente camino», pronosticó, «porque los tribunales no atienden a demagogias».
El ministro español de Industria y Competitividad, José Manuel Soria, admitió, en declaraciones a RTVE, que «hay cierta preocupación por otras empresas españolas, no solo las grandes, porque también las hay medianas y pequeñas», que trabajan en Argentina o tienen estrecha vinculación en sus negocios. «Por ahora, todas me han transmitido que funcionan con normalidad», informó.
Para recuperar la moral, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, optó entretanto por pasar página y centrarse en otros proyectos del grupo, que ya trabaja a fuerte ritmo en la redacción de su revisado plan estratégico para los próximos años, que la compañía dará a conocer en mayo. Del programa vigente formaba parte la inversión en la ampliación de la refinería de Cartagena. El Príncipe de Asturias, que reemplazó a su padre en el acto inaugural de las instalaciones, pronunció palabras de aliento a los planes de futuro de la petrolera, tanto en España como en el exterior.
«Aquí en Cartagena, como en otros puntos de España y en otras latitudes de cuatro continentes, Repsol aporta las mejores tecnologías, reúne equipos directivos y técnicos competentes y el ejemplo de cultura empresarial moderna, que demuestra su afán de eficacia y de mejora continua para ser competitiva y responsable con el entorno», proclamó Felipe de Borbón. El príncipe resaltó que la «creación de puestos de trabajo, el crecimiento de la economía y de la productividad», definen la labor de Repsol.