El Ibex se desploma un 4%
MADRID. Actualizado: GuardarLa Bolsa española vivió ayer una tormenta perfecta, que desató la huida masiva de los inversores. El Ibex-35 se dejó nada menos que un 3,99% en la peor jornada bursátil del año, y se acerca peligrosamente a niveles de marzo de 2009. Las malas noticias llegaron desde dentro y fuera de España, en una conjunción mortal, que tuvo a los bancos y las constructoras como protagonistas de un derrumbe del que solo se salvó Grifols.
El inicio del desastre lo protagonizó ACS al vender, de forma apresurada, un 3,7% de Iberdrola con notables minusvalías y, al tiempo, arrastrando el valor de sus acciones y las de la eléctrica vasca. Fue solo el comienzo. La corriente vendedora se instauró en el parqué con un efecto contagio a otras constructoras y empresas de servicios que, como FCC, Acciona o Abengoa perdieron más del 5%. Caso aparte fue el de Sacyr Vallehermoso, que con un descenso del 10,36%, el más acusado del selectivo, pagó su condición de primer accionista de Repsol (que cayó, a su vez, un 6,2%).
En términos generales, y ante el acoso recibido por ACS de parte de su banca prestamista en Iberdrola, muchos fueron los que recordaron el elevado grado de endeudamiento que soporta el sector constructor, que financió su diversificación a costa de pignorar sus participaciones y que en plena cuesta abajo del Ibex se enfrenta a deudas más que notables; casi todas soportadas por garantías en clara depreciación.
La banca también tuvo lo suyo. Se conocieron los datos de la morosidad del sistema en el mes de febrero, que se elevó al 8,15%, cada vez más cerca de su récord histórico (el 9,15%). Y, para colmo de males, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró que las grandes entidades financieras europeas deberán achicar su balance en dos billones de euros.
Consecuencia: Bankinter cayó un 6,8%; Santander, un 4%; Caixabank, un 3,5% y, entre otros descalabros, BBVA, un 2,6%. El organismo presidido por Christine Lagarde se refirió también a la reestructuración del sector, de la que dijo va por buen camino y a la que pidió, como en anteriores ocasiones, más celeridad. El FMI calculó que el PIB de la eurozona podría caer un 1,4% este año y el próximo si no se da la coordinación necesaria.