El exsocio de Iñaki Urdangarin coloca al Monarca en la diana
Torres entrega al juez tres mails en los que el duque de Palma desvela que su suegro intermedió en sus negocios tras ordenarle romper con Nóos
MADRID.Actualizado:Carga de profundidad del exsocio de Iñaki Urdangarin contra el Rey. En plena polémica por el viaje del Monarca a Botsuana, Diego Torres entregó al juzgado de Palma tres correos electrónicos en los que el duque informa a su entonces socio y otras personas de las supuestas gestiones que el jefe del Estado hizo para que la Fundación Deporte Cultura e Integración Social (FDCIS), que dirigían Urdangarin y Torres, sacase adelante el 'proyecto Ayre', una iniciativa que pretendía que España tuviese otro representante en la Copa América de 2009 en Valencia, lo que requería una inversión de unos cien millones.
Estos tres mails, que forman parte de una serie de ocho, son especialmente comprometidos para la Zarzuela, sobre todo porque están fechados en 2007, un año después de que, según la Casa Real, el Rey ordenara a su yerno a través de un emisario que rompiera con el entramado Noos y con Torres. Sin embargo, estos nuevos documentos apuntarían a que el propio Monarca fue quien ayudó al tándem Urdangarin-Torres en sus negocios después del supuesto ultimátum que José Manuel Romero Moreno, conde de Fontao, dio al duque en la primavera de 2006 para que no tuviera más contactos con el exprofesor de Esade.
Y también señalarían que el Monarca echó una mano a la controvertida FDCIS, la fundación para niños discapacitados que los exsocios crearon tras la salida de Urdangarin de Nóos y que, habría sido usada para evadir dinero a Belice.
Estos correos fueron presentados por el abogado de Torres, Manuel González Peeters, como prueba de que el duque mentiría cuando dijo que se desvinculó de Torres cuando se lo ordenó la Zarzuela. Pero también el letrado los usa para tratar de probar que la infanta Cristina, a la que la Fiscalía y el juez José Castro se niegan a imputar a diferencia de la mujer de Torres que ya está acusada, sí que estaba al tanto de los negocios de su marido. Es más, que participaba de forma activa como apunta el primero de los mails.
En ese primer mensaje, fechado el 1 de octubre de 2007, el duque, desde su dirección de correo de Telefónica en Estados Unidos, informa a Torres de las supuestas gestiones del Rey y su hija a favor de la fundación. «Tengo un mensaje de parte del Rey y es que le ha comentado a Cristina, para que me lo diga, que le llamará (Francisco) Camps a Pedro para comentarle el tema de la base del Prada. Y que en principio no habrá problema y que nos ayudarán a tenerla». El duque explica así la supuesta intermediación del jefe del Estado con el entonces presidente valenciano y con el regatista Pedro Perelló sobre una embarcación habitual en esa regata, el 'Prada'. El aludido Perelló precisó ayer en la revista Vanity Fair que fue a ver a Camps, pero «no por intermediación de Cristina ni su Majestad, sino a través de una tercera persona que yo conocía».
Reseña delicada
En ese mismo correo hay otra reseña delicada sobre la hija del Rey y su papel en los negocios náuticos de su marido en la fundación bajo sospecha. «Agustín Zulueta (otro regatista) le ha pedido a Cristina tomar un café para explicarle un tema que no quiere ni pude contarlo por teléfono y que se va a Barcelona a explicárselo... misterio, pero parecía como serio e importante».
Poco antes, el 9 de agosto de 2007, el duque de Palma desvela que supuestamente ha embarcado a don Juan Carlos para promover el 'Proyecto Ayre'. «Hemos conseguido que el Rey se viera con Pedro (Perelló) para presentarle el proyecto. La reunión fue muy bien y aparte de parecerle bien armado ha ofrecido toda su ayuda para encontrar ayuda financiera».
En un tercer mail, en septiembre de 2007, el marido de la infanta cuenta a Perelló, con copia a Torres, los supuestos favores del monarca para obtener la indispensable inyección financiera para sacar adelante el costoso proyecto náutico: «S. M. El Rey me comenta que un amigo suyo ha hecho la gestión que le pedimos a Miguel Fluxá (presidente del grupo Iberostar). Por otro lado, le he transmitido (a Fluxá) la buena sintonía con BBVA y que le iba a dar un empujón a Paco González (presidente de la entidad financiera)».
El juez anunció que aceptaba incorporar al sumario los mails aportados por González Peeters.