Nueva redada contra la venta de cobre robado en 20 chatarrerías gaditanas
La Guardia Civil realiza otra batida para tratar de frenar un comercio ilegal que se ha disparado y detiene al menos a diez personas
Actualizado:La situación se ha vuelto muy fea. El robo de materiales que contengan cobre se ha extendido tanto que no solo están detrás de este tipo de golpes bandas organizadas sino también familias, ciudadanos que antes de que llegara la crisis no vivían dentro de la delincuencia. Y no solo buscan cobre -un bien que se vende a precio de oro- sino también otros materiales de menor valor como el aluminio. En los últimos meses rara es la semana que no se produce alguna detención en la provincia de personas que se adentran en parcelas ajenas para llevarse herramientas, materiales o cualquier objeto que puedan introducir en el mercado negro. Ante este panorama, la Guardia Civil de Cádiz ha vuelto a dar una batida por las principales chatarrerías de su demarcación para localizar efectos robados e identificar a los vendedores de un material de origen ilícito. Al cierre de esta edición se había confirmado una decena de detenciones y el registro de una veintena de establecimientos especializados.
La operación arrancaba ayer a primera hora de la mañana, en torno a las nueve. Al frente de ella el Grupo de Cobre dependiente del puesto principal de Jerez. Su vinculación con este destino no es baladí, indicaron fuentes consultadas por este periódico. La mayoría de los robos de estas características se están produciendo en la zona de la campiña jerezana y la Sierra. Este equipo de investigadores es pionero en la lucha específica contra esta delincuencia. Nacieron hace un año en respuesta al incremento alarmante de robos.
Mercado consentido
La mayoría de los establecimientos que ayer fueron registrados se ubican en esta parte de la provincia. Los agentes accedieron al registro de entrada de los materiales que adquieren. Fuentes policiales lo dejaban ayer claro: el mercado ilícito de cobre y otros metales se produce porque hay lugares donde no cumplen con los controles para rechazar mercancía de origen dudoso. Si esos filtros funcionaran, «sería imposible colocar materiales robados».
Aquellas chatarrerías que no ceden a la tentación y cumplen con las normas, exigen a los vendedores justificantes del origen de la mercancía como la autorización expresa del proveedor. Facturan por la transacción económica y una de esas facturas se remite a los cuerpos policiales para que estén al día de qué materiales entran en las chatarrerías.
La cifra de detenidos definitiva no está confirmada, aunque al cierre de esta edición se alcanzaba la decena. Fuentes cercanas a la investigación explicaron a este medio que los implicados no son individuos vinculados a grupos organizados, sino vecinos de la provincia que en algunos casos fueron sorprendidos cuando trataban de vender mercancía y no pudieron acreditar su origen.