Las ONG piden estar en la futura ley de mecenazgo para aumentar las donaciones

Las principales ONG que actúan en España están mudando de piel. Mantienen todas sus actividades, el núcleo central que les da su razón de ser, pero están cambiando por culpa de ese entorno que lo está trastocando todo, la crisis. Las principales asociaciones que ayudan a los más desfavorecidos han decidido unirse para tener una gran voz de cara a las administraciones: la Plataforma del Tercer Sector, formada por Cáritas española, Cruz Roja Española, Once, Plataforma del Voluntariado de España, Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, Plataforma de ONG de Acción Social y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español.

La nueva plataforma, presentada ayer en sociedad por la ministra Ana Mato, quiere canalizar la «fuerza transformadora de la sociedad civil» e impulsar los cambios y las políticas necesarios para salir de esta «crisis económica y de valores». Y estas modificaciones pasan por definir claramente el marco legal de este tipo de asociaciones. «Queremos una ley específica sobre el tercer sector que diga cómo nos vamos a beneficiar y que sostenibilidad vamos a tener», explicó Luciano Poyato, primer presidente de esta nueva sociedad .

El marco de actuación se define por la ley de asociaciones, que aglutina a cualquier grupo social, deportivo o cultural; la segunda es la ley de subvenciones, que regula todo el dinero público que llega a estas asociaciones. «No es lo mismo hacer un pasacalles que ponerte a colaborar en un comedor de servicios mínimos, en un centro de inmigrantes o un centro de reinserción laboral para discapacitados. Queremos una ley concreta para el tercer sector», insistió Poyato.

En opinión de la plataforma, es vital aprender de otros modelos. «No solo es el Estado el que tiene que colaborar en la protección social de los más desfavorecidos sino que hay una sociedad que está presente y que se debe responsabilizar o colaborar para que la cooperación salga para adelante», explicó Poyato. «Y la economía social supone el 10% del PIB», añadió. Una de las soluciones está en la anunciada de la ley de mecenazgo, que puede impulsar las donaciones gracias a unas mayores desgravaciones fiscales para empresas, fundaciones e individuos. Por su parte, Mato anunció un «nuevo marco regulatorio» que ayude a estas asociaciones, defina las características del Tercer Sector y profundice en las relaciones con la administración.