Primavera afgana
Actualizado:Según una suerte de rito anual, los talibanes afganos abrieron su 'ofensiva de primavera' con una serie de ataques coordinados en tres provincias de Afganistán, incluyendo la capital, Kabul. Los objetivos deliberadamente escogidos fueron extranjeros, hoteles y, en particular, embajadas, además del Parlamento y otras instalaciones oficiales. El mensaje es claro: la rebelión cuenta con los medios para atacar en el corazón del país y entiende estimular la salida de las tropas extranjeras, prevista, de todos modos, para finales de 2014. Los atacantes saben que no pueden tomar Kabul o derrotar militarmente a la combinación de fuerzas ISAF-Gobierno afgano, pero sí probar que tampoco han sido ni serán nunca vencidos. La coalición solo puede terminar lo que está haciendo bien: poner los cimientos de un régimen aceptable y, sobre todo, dejar unas fuerzas militares y policiales bien entrenadas y comprometidas con aquél. Pero los plazos están tasados y no podrán ser revisados. Esta constatación es la base del plan de retirada elaborado por Washington y la OTAN y que será confirmado en mayo en la cumbre de la Alianza en Chicago.