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Los talibanes incendian Afganistán
Atacan el corazón diplomático de Kabul y otras tres provincias del país y liberan a 380 presos tras asaltar una prisión en Pakistán
Actualizado: GuardarEl frente 'Af-Pak' está en plena ofensiva de primavera y los talibanes lograron golpear a ambos lados de la frontera con ataques coordinados en Afganistán y la liberación de cerca de 400 presos en Pakistán. Explosiones y disparos durante horas. La banda sonora que tan bien conoce Kabul se volvió a apoderar de las calles de la capital afgana durante la mayor operación yihadista desde la invasión estadounidense de 2001, que se completó con acciones en otras tres provincias del país.
Según datos del Ministerio del Interior afgano, 19 insurgentes perdieron la vida en esta jornada de violencia que comenzó con el asalto a un hotel de reciente construcción en el corazón del enclave diplomático de la capital. Desde uno de sus pisos altos dispararon contra las embajadas de Reino Unido y Alemania, el cuartel general de la OTAN y un supermercado frecuentado por extranjeros. La misma técnica empleada en septiembre, en el último gran ataque en Kabul en el que los milicianos se atrincheraron en un edificio en construcción.
A la vez que se producían los primeros disparos en esta parte de la ciudad, a varios kilómetros otro comando atacaba el Parlamento y la embajada de Rusia, que está justo en frente. Algunos diputados, muchos de ellos señores de la guerra con amplia experiencia en el mundo de las armas, subieron a la azotea kalashnikov en mano para enfrentarse a sus enemigos. Los talibanes apenas causaron bajas y la OTAN definió su ofensiva de «ineficaz», pero quizás su objetivo fuera otro. A menos de dos años de la salida de las tropas internacionales demostraron tener la capacidad de golpear donde quieran.
Las tropas afganas «actuaron de forma ejemplar», según declaró el embajador de Estados Unidos, Ryan Crocker, que definió la respuesta ofrecida como «un paso adelante». La OTAN, por su parte, indicó que no tuvo que desplegar una fuerza de apoyo a los afganos en la capital.
«Volveremos a hacerlo»
El aeropuerto de Jalalabad, en Nangarhar, un edificio público en la provincia de Logar y la academia de Policía de Paktia también fueron atacados. «Llevábamos meses planeando» la ofensiva, aseguró un portavoz talibán. Los ataques fueron de venganza por «la quema del Corán, el asesinato de los 17 civiles de Kandahar y los vídeos de los soldados americanos orinando en los cadáveres de afganos». «Volveremos a hacerlo», amenazó.
La operación yihadista en Afganistán eclipsó por completo el ataque a una prisión de alta seguridad en Bannu, localidad de la provincia paquistaní de Jáiber Pastunjua, situada en la frontera. De madrugada, un comando de Tehrik e Taliban Pakistan (TTP) -organización que reúne a los grupos insurgentes más importantes- asaltó la penitenciaría, y tras más de dos horas de combate liberó a 380 reclusos, incluidos «veinte talibanes peligrosos», según informaron las autoridades.
Entre los presos puestos en libertad está Adnan Rashid, el presunto cabecilla de un atentado contra el expresidente Pervez Musharraf y que, como muchos de los insurgentes, esperaba su hora en el corredor de la muerte. «Nuestros hermanos ya se encuentran en lugar seguro», declaró un portavoz de TTP.
Bannu está muy cerca de Waziristán del Norte, santuario talibán de Pakistán y principal foco de los ataques con aviones no tripulados de EE UU. Es la segunda vez desde 2001 que los insurgentes dan un golpe de estas características ya que en junio de 2008 liberaron a un millar de presos de la cárcel de Kandahar, al sur de Afganistán.