Los candidatos egipcios apelarán su descalificación y auguran protestas
EL CAIRO.Actualizado:Los comicios presidenciales egipcios cada vez se parecen más al guión de una teleserie en la que, debido a los giros de cada episodio, el espectador queda perdido. Tras el vuelco que dio la Comisión Electoral Suprema el sábado, descalificando a 10 candidatos, entre ellos los tres favoritos, los afectados confirmaron ayer que apelarán. La calle, amenazó Jairat el-Shater, el recusado aspirante de los Hermanos Musulmanes, sigue siendo un recurso «para completar la marcha de la revolución».
La comisión electoral ha dejado fuera -por no cumplir con los requisitos técnicos de la candidatura- a, entre otros, los dos principales aspirantes islamistas, El-Shater y el salafista Hazem Abu Ismail, pero también al exvicepresidente y exjefe de los servicios secretos Omar Suleiman, y a Ayman Nur, el único hombre que desafió a Mubarak en unas presidenciales. Desde que se anunciara la decisión, hay 48 horas para apelar.
Abu Ismail, cuya madre, según la comisión electoral, tuvo doble nacionalidad, acusó a la comisión de «traición». Sus seguidores amenazaron con invadir las oficinas de la comisión electoral. El abogado del líder salafista advirtió de que esperaba que la situación se convirtiera en una «grave crisis». La tranquilidad se ha mantenido en las calles, pero habrá que esperar las apelaciones y el anuncio por la comisión, el próximo día 26, de la lista definitiva de candidatos.
El veredicto del órgano electoral podría restar credibilidad a los comicios, sujetos a cambios de última hora. La irrupción de Suleiman dos días antes de que se cerrara el plazo para presentar candidaturas hizo sospechar que se trataba del aspirante de la junta militar. Sin embargo, el hecho de que el exjefe de los servicios secretos también haya sido excluido de los comicios -porque las 30.000 firmas que presentó no habían sido recogidas en 15 provincias, como indica la ley- podría ser percibido como un síntoma de independencia de la comisión electoral.
«No permitiremos que los enemigos de la revolución acaben con ella, incluso si tenemos que sacrificar miles de mártires de nuevo», dijo ayer Jairat el-Shater en la web de los Hermanos Musulmanes. La cofradía, que guardó silencio durante las manifestaciones de finales de 2011 contra la junta militar, que costaron la vida a más de medio centenar de personas, ahora ha vuelto a rescatar -de forma oportunista, afirman sus críticos- los valores de la revolución.