Blanco puede enfrentarse a una pena de tres a seis meses de cárcel por conducir ebrio
El delegado de Agricultura, además, no podría volver a conducir hasta dentro de cuatro años
VILLAMARTÍN.Actualizado:No se han producido reacciones políticas, al menos de momento. Ni Partido Socialista, ni Izquierda Unida ni Partido Popular han valorado públicamente la denuncia que ha recibido el delegado provincial de Agricultura de la Junta, Juan Antonio Blanco, por conducir, supuestamente, en estado embriaguez justo antes de tener un accidente sin que se produjeran daños personales. No obstante, la noticia que publicó en exclusiva el pasado sábado LA VOZ sí que ha trascendido de lo provincial, haciéndose eco de ella incluso medios nacionales.
A pesar de que políticamente todavía no han tratado de pasar la factura al delegado los partidos de la oposición al Gobierno andaluz, algo que podría producirse hoy, desde un punto de vista legal Blanco se enfrentará a la posible comisión de un delito. Eso se desprende de los resultados que fuentes cercanas a la Guardia Civil aseguran que se produjeron en la prueba de alcoholemia que le practicaron, 0.74 miligramos de alcohol por litro en aire respirado en una primera toma y 0.71 en la segunda.
El Código Penal establece que cuando en dicha prueba se superen los 0.60, muy por encima de los 0.25 que marca el límite legal, se tratará de un delito que está penado con prisión de tres a seis meses, multa de seis a doce meses y trabajos para la comunidad de 30 a 90 días, para los que no han reincidido y quieran sustituirlo por la pena de prisión. Además de la retirada del permiso de conducir de uno a cuatro años.
Juicio rápido
Estos procedimientos suelen juzgarse en juicios rápidos, aunque en este caso en particular se estaba pendiente de la valoración de los daños que sufrió el coche, que era propiedad de la acompañante del delegado en el momento del accidente. No obstante, para que Blanco recibiera estas penas, el juez debería de dar por buenas las explicaciones de los agentes tanto de la Policía Local como de la Guardia Civil que consideraron probado que él era quien conducía el vehículo, algo que ratificó la acompañante ante el equipo de atestados de la Benemérita, ya que no lo detuvieron con el vehículo en circulación.
Habitualmente, en estos procedimientos los acusados suelen llegar a un acuerdo con el fiscal, algo que les permite una rebaja de la condena prevista, siempre que el acusado no tenga antecedentes.