Un hombre se suicida tras asesinar a su esposa con un arma blanca
La mujer fue hallada muerta en el salón del domicilio conyugal por el hijo menor del matrimonio
SEVILLA.Actualizado:Una mujer murió en la madrugada de ayer en su piso de Sevilla por heridas de arma blanca que supuestamente le causó su marido, que poco después se suicidó arrojándose a la calle desde la azotea del bloque, según informaron a Efe fuentes del Ayuntamiento.
El cadáver de Rosario Gallego Rodríguez, de 55 años, que presentaba heridas de arma blanca y varios golpes en el cuerpo, fue encontrado en el salón de la casa por el hijo menor del matrimonio, de 18 años, cuyos gritos alertaron a un vecino, que fue el que avisó al servicio de emergencias 112 a las 01.45 horas. El hombre, Valeriano Díaz Jurado, de 57 años, se habría suicidado poco después arrojándose desde la azotea del bloque, de siete pisos de altura, si bien la vivienda del matrimonio está en el cuarto piso.
Según el relato de los vecinos, Valeriano, tras agredir supuestamente a su esposa, subió a la azotea, donde se encerró desde dentro y se tiró por la fachada que da a la calle Rafael Cansinos Assens, ya que el inmueble, el número 18 de la urbanización Monteflor, tiene entrada por esa calle y por la calle Cisneo Alto.
Una vecina del primero aseguró a los periodistas que el patio interior del bloque y la barandilla de su vivienda están manchadas de sangre, al igual que el pretil de la azotea por el lado en el que se arrojó al vacío Valeriano, lo que hace pensar que el hombre sufrió alguna herida o autolesión antes de arrojarse al vacío. Algunos vecinos del bloque no se habían enterado del suceso hasta que sobre las diez de la mañana de ayer se lo contaron los periodistas que tomaban imágenes de los precintos policiales en la puerta de la vivienda y en la de la azotea.
El presidente de la comunidad de vecinos, José Miguel Romero, como el resto de los vecinos, mostró su sorpresa por los hechos, ya que, según afirmó, se trataba de una pareja normal que «iban siempre juntos» y Valeriano un buen vecino y hombre educado, al igual que su esposa. Valeriano «iba de su casa al trabajo, y del trabajo a su casa» y Rosario, que padecía de la espalda y era ama de casa, se estaba reponiendo de esa dolencia de la que había sido operada no hace mucho, según José Miguel Romero.
«Siempre iban juntos»
Por su parte, la vecina del primero María Murillo explicó a los periodistas que conocía a Rosario desde que era joven y novia de Valeriano, y aseguró que «iban siempre juntos», eran «muy amables» y habían sido novios muchos años, y que Valeriano siempre había sido «muy buen muchacho» y lo sucedido «es algo que no se lo explica nadie». María Murillo también dijo que aparentemente la pareja se llevaba bien y que si se iban a separar «era algo que llevaban ellos muy dentro», en alusión a los vecinos que aseguraban haber escuchado a los familiares del matrimonio decir la madrugada de ayer, mientras acompañaban a sus dos hijos, que deberían haberse separado.
Valeriano trabajaba en una óptica de Sevilla, en la que también había estado empleado su hijo mayor, el cual ya se había independizado y que fue avisado de lo sucedido por su hermano menor, que aún vivía con sus padres.
Asociaciones de mujeres convocaron una concentración en la puerta del Ayuntamiento de Sevilla para las 13.00 horas de ayer, a la que asistió la delegada municipal de Familia y Asuntos Sociales, Dolores de Pablo, según fuentes municipales, que anunciaron que hoy, en el mismo sitio, se guardarán cinco minutos de silencio en repulsa por el crimen. La delegación de Familia, Asuntos Sociales y Rehabilitación del Ayuntamiento de Sevilla está comprobando si la mujer asesinada había hecho uso de los servicios municipales de atención a las maltratadas.