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Cristiano Ronaldo celebra el gol que daba la vuelta al marcador. :: AFP
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Cristiano derriba el muro con la cabeza

Mourinho celebró con un corte de mangas el gol de Benzema que cerró el triunfo y que permite al Madrid llegar sin urgencias al Camp Nou El portugués tumba de un cabezazo el sistema defensivo impuesto por Clemente en el Bernabéu

IGNACIO TYLKO
MADRID.Actualizado:

Relajado tras superar el derbi con solvencia, demasiado pendiente del Bayern de Múnich y del Barcelona y sin la dirección de un Xabi Alonso insustituible, el Madrid cuajó uno de sus peores partidos de la temporada pero le bastó para derribar el autobús aparcado por Javier Clemente en el Bernabéu. Tuvieron que remontar los blancos, que una vez más exhibieron su mayor poderío físico en el tramo final. Cristiano salió al rescate de nuevo para superar su marca como mejor goleador histórico de la Liga con 41 dianas, Benzema apuntilló a los asturianos y Mourinho evidenció que está de los nervios al celebrarlo con un corte de mangas. De nuevo, el portugués no estuvo a la altura del mejor club del mundo. El líder iguala el récord de 107 goles logrado por el equipo de Toshack en la campaña 89-90 y, pase lo que pase, saldrá líder del Camp Nou.

Hubo barreras del Sporting en las faltas y un muro cerca del área de Juan Pablo. Javier Clemente fue de farol, entre otras cosas porque su portero no quería quedar desguarnecido ante los posibles misiles de Cristiano Ronaldo, y profundizó en sus tradicionales sistemas conservadores. Si no salió con todo defensas quizá fue porque no los tenía en la plantilla y el 'Pitu' Abelardo, su ayudante en el banquillo, ya está retirado. Los asturianos se presentaron en Chamartín con una zaga de cinco, un marcaje al hombre del chaval Moisés a Higuaín, otra línea muy junta por delante y Sangoy solo contra el mundo. Nada de ir a presionar arriba para evitar que el Madrid le abrumase con balones a la espalda. Y nada de intentar defender desde la posesión de balón. Acarició la proeza pero perdió, como casi todos.

Con los gijoneses en su trinchera, toda la responsabilidad fue para un equipo en el que Mourinho decidió rotar ante lo que se avecina. Faltaba por sanción Xabi Alonso y descansaron al principio Di María y Benzema. Cristiano estaba amenazado, a una tarjeta de perderse el duelo del Camp Nou, pero el astro luso lleva un par de meses contenido, en plan buen chico que solo se desata para celebrar sus golazos tocándose el muslo o el escudo. Con Sahin y Khedira en la dirección, el líder se desplegó a un ritmo muy lento. En la primera media hora, no inquietó al Sporting con su fútbol plano y previsible.

Se encontraba feliz el Sporting defendiéndose sin agobios y, además, se adelantó en una acción aislada, fruto de una mano clara de Sergio Ramos, que se echó al suelo con los brazos abiertos. Marcó De las Cuevas, el mismo que con Preciado dejó al Madrid definitivamente sin Liga el curso pasado, y comenzó el runrún clásico en el Bernabéu.

Los de 'Mou' se desperezaron, y más tras la bronca originada a raíz de un balón lanzado al campo desde la zona del banquillo del Sporting. Pepe lo devolvió de un balonazo, Mourinho se fue hacia el área técnica rival llevándose el dedo a la sien y el consiguiente revuelo espoleó a los locales y a su público. En seis minutos llegó el empate, provocado porque el Sporting defendía muy cerca de la portería. Un centro de Ramos que remató a placer Higuaín.

Mourinho, visiblemente excitado, buscó un cambio radical en el descanso. Sentó de un plumazo a los intrascendentes Sahin y Callejón y buscó más movilidad, mordiente y versatilidad con Di María y Benzema.

Con toda su artillería, el Madrid mejoró en actitud y llegó más, aunque jugó muy desordenado. Özil volvió a evidenciar síntomas de cansancio, el equipo apenas entró por banda y construyó un embudo por el centro. Por mucha calidad que se tenga, es casi imposible penetrar con tino en un bosque de piernas. Más por dominio territorial e inercia que por juego y claras ocasiones, el gol del líder se veía a venir. Estaba el líder muy tocado pero, una vez más, Cristiano salió al rescate tras un buen centro del 'Fideo', un buen movimiento y un gran remate. Tras el gol de Benzema que cerró el partido ante un Sporting ya con diez, sobró por completó el feo gesto de Mourinho. Pura rabia.