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PAN Y CIRCO

QUÉ 'PEASO' EQUIPO

JOSE MARÍA AGUILERA
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El otro día estaba yo, no recuerdo dónde, y me encontré con un aficionado que suelo ver en el estadio: «Quilla, qué mal vamos, esto es horroroso!». ¿Y eso?, le contesté yo. «Estos chicos van a acabar con nosotros. Cada vez disfrutamos menos en los partidos, y la decepción está pasando por un tinte de cabreo que ya no se puede soportar». Aunque no me llamo «quilla», aquí es algo que utilizamos para abreviar, así todos nos comunicamos fácilmente porque todo el mundo, ya sea quillo o quilla, se identifica con ese nombre, abreviado de «chiquilla». Y de eso continuamos hablando, de Identificación.

Si los futbolistas se identificaran igual que nosotros con estos colores, ya estaríamos tranquilos, con la ventaja suficiente para tener margen de maniobra y jugar un fútbol de forma elegante hasta que llegue la que se avecina. ¿Qué necesidad de sufrir de forma gratuita cuando tenemos «un 'peaso' equipo»? Eso decía mi amigo. Y claro que es necesario identificarse, le explicaba yo, pero no con los colores, sino con el objetivo. No es necesario haber nacido aquí para competir al máximo rendimiento. Un futbolista profesional de la categoría que vemos en el campo sabe perfectamente qué es lo que tiene que hacer y cómo hacerlo para conseguir los tres puntos en cada partido. Si se comprometen, implican y entienden los beneficios que van a obtener también ellos una vez superado el reto, además habrán crecido como profesionales.

Este argumento no convenció mucho a mi amigo, pero sí que le hizo pensar. Es cierto que la confianza en el equipo se pierde no por los malos resultados, si no por el mal rendimiento domingo tras domingo, pero aun así, enfocarlo todo al resultado, no es bueno para el equipo. Si salen con la actitud y mentalidad necesaria, ganarán y lograrán posicionarse como claros vencedores.

Y es que, en esta ciudad, el fútbol se vive con una pasión desbordada, quizás por las ansias de volver adonde nunca deberíamos haber salido. Todo esto, claro, según me cuenta mi amigo. Entonces ¿qué? Le dije yo. ¿Qué? me dijo él. Que digan lo que digan, ¡Qué 'peaso' equipo!