Función teatral norcoreana
Actualizado: GuardarCorea del Norte lanzó al espacio en la madrugada del viernes un cohete de largo alcance con el intento oficial de colocar su primer satélite artificial. El intento terminó en un minuto: lo que tardó en romperse en pedazos el ingenio. Aparentemente se estropeó el intento de homenajear al fundador del régimen, Kim Il-sung, que este domingo habría cumplido cien años. El episodio rozaría lo bufo si no fuera, antes que nada, incomprensible en términos políticos. Fabricar un satélite está al alcance de bastantes Estados, ponerlo en órbita exige disponer de un potente cohete y eso es lo preocupante, porque el tiro parece una excusa para proceder a un ensayo balístico, no a una proeza técnica. El régimen reitera su errático comportamiento y aumenta grandemente la desconfianza que suscita su conducta. A finales de febrero anunció por sorpresa que suspendía su programa atómico y balístico contra la entrega de una gran ayuda occidental en alimentos. El aparente indicio de cordura y cambio se quedó en nada: abuelo, hijo y nieto. la dinastía semidivinizada se repite y se retroalimenta con su retórica y su comportamiento inexplicable.