La vivienda del primer ministro de Guinea Bissau, destrozada en el asalto de los soldados. :: EFE
MUNDO

Una asonada militar golpea al narcoestado de Guinea Bissau

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El primer ministro, Carlos Gomes Junior, y el presidente interino, Raimundo Pereira, han sido detenidos por los soldados que la noche del pasado jueves protagonizaron una asonada en Guinea Bissau. Un portavoz militar ha alegado que su pretensión no es formar Gobierno, sino evitar un plan secreto de las autoridades para la destrucción del Ejército local, utilizando para ello a 200 oficiales angoleños que, teóricamente, entrenan a las fuerzas armadas nativas. La excolonia portuguesa es actualmente uno de los cinco países más pobres del mundo y tiene la consideración de narcoestado por la fundada sospecha de que la clase política se halla comprada por los carteles latinoamericanos de la droga.

El ataque con artillería a las residencias de las autoridades fue el preludio del levantamiento. Victor Madrigal, expatriado español de la ONG Aida, explicó ayer que la radio y televisión oficiales dejaron de emitir. Sin embargo, la vida prosigue normalmente. «Aunque existe miedo por el vacío absoluto de poder», aseguró. «El Ejército tiene mucha fuerza y se hace notar», añadió.

Gomes Junior obtuvo el 49% de los votos en la primera ronda de las elecciones al Gobierno y era el principal favorito para vencer en la segunda, prevista para el próximo día 29. El candidato, que mantiene malas relaciones con el poderoso estamento castrense, aspiraba a relevar al recientemente fallecido Malam Bacai Sanhá.

La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) ha condenado la intentona golpista con la misma contundencia que se expresó tras el alzamiento en el país vecino de Malí. También lo hicieron ayer Estados Unidos y el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Desde su independencia en el año 1974, Guinea Bissau ha sufrido una guerra civil y dictaduras, varios golpes de Estado y hace tres años el asesinato consecutivo de su Jefe del Estado Mayor y del anterior presidente, Joao Bernardo Vieira.

40 toneladas de cocaína

Naciones Unidas e Interpol mantienen que la República se ha convertido en la última década en uno de los principales emisarios de la droga generada en Latinoamérica y que la mafia deriva sus cargamentos hacia el continente africano para evitar los controles marítimos implantados en el océano Atlántico. El litoral guineano, recortado, abundante en islas y manglares, favorece la discreta recepción de la mercancía y el posterior desvío por la costa o su envío al norte a través del desierto de Malí.

La absoluta falta de medios materiales de la Policía -que cuenta solamente con 70 efectivos para una población de 1,7 millones- y la complicidad de los políticos locales, ha favorecido la rápida expansión del negocio de las drogas en la zona. Según estimaciones del International Narcotics Control Board, agencia perteneciente a Naciones Unidas, por el territorio circulan anualmente unas 40 toneladas de cocaína, que suponen el 27% del consumo europeo, y cuyo comercio genera unos 2.000 millones de dólares (1.528 millones de euros), el doble del Producto Interior Bruto (PIB).

La súbita aparición de abundantes residencias de lujo y vehículos de gran cilindrada contrasta con la miseria que padecen dos tercios de la población de Guinea Bissau. «Un niño de cada cuatro fallece antes de los cinco años, el analfabetismo alcanza el 40% y ni siquiera existe una red de saneamientos en la capital que tan solo cuenta con electricidad en algunas zonas», explica el cooperante español, quien también asegura que la atención sanitaria primaria o el acceso a agua potable siguen siendo servicios que escasean.