Exteriores reclama a Sarkozy que no use la crisis española
El diario 'The New York Times' apunta que España puede ser el próximo país intervenido
MADRID. Actualizado: GuardarEl Ministerio de Asuntos Exteriores fue ayer menos diplomático que Mariano Rajoy y emplazó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, a no utilizar la crisis española en su campaña electoral como ejemplo de lo que no se debe hacer. «No hay que utilizar ejemplos foráneos para sacar músculo», comentó el número dos del departamento, Íñigo Méndez de Vigo.
El secretario para la Unión Europea confesó que en primera instancia se envió «un mensaje, un recado, privadamente» a Sarkozy para que no abundara en los mensajes negativos sobre España. Una gestión que, al parecer, no dio resultado y motivó, según Méndez de Vigo, que Rajoy dijera en público que «esas cosas no son convenientes».
El número dos de Exteriores señaló en Onda Cero que ni siquiera ante el hecho de que el presidente francés se refiriera al negro futuro de su país si gana las elecciones el socialista François Hollande es admisible ese lenguaje. «Estas cosas hay que evitarlas» incluso en esos casos, comentó Méndez de Vigo, porque Francia «tiene suficientes ejemplos como para mirarse en el espejo y no tener que mirar a los demás».
Advirtió además al líder conservador francés que «la mejor manera de resolver las dificultades no es alegrarse porque otro pase circunstancialmente por un momento difícil» porque «somos una comunidad política y tenemos que avanzar en la misma dirección».
El diario norteamericano 'The New York Times', entretanto, sembraba dudas sobre el futuro de la economía española. El rotativo señaló en un editorial titulado 'Una sobredosis de dolor' que España puede ser el próximo país intervenido por la Unión Europea y el FMI por la «mala gestión» de Alemania en la crisis de la deuda. La restricción del gasto sin estímulos al crecimiento, preconizada por la canciller Angela Merkel, «asfixia el crecimiento» y cuanto más se contraiga la economía, «más caerán los ingresos» y más difícil será alcanzar los objetivos de déficit.