Los empleados del Monasterio se encerrarán en el hotel este lunes
Quieren presionar al BBVA para que el nuevo operador hotelero subrogue a la plantilla, abocada al paro con el cierre del negocio
Actualizado:La plantilla del hotel Monasterio de San Miguel plantará batalla al BBVA para mantener sus puestos de trabajo. El próximo lunes, día del desahucio de Hoteles Jale, los ochenta trabajadores iniciarán un encierro en el emblemático edificio como medida de protesta por sus despidos y de presión hacia la entidad bancaria para conseguir que el nuevo operador hotelero que se haga cargo del establecimiento subrogue sus contratos.
Algo que se antoja bastante complicado, ya que sobre Jale pesa una deuda de unos dos millones de euros con la Seguridad Social, que ningún nuevo inversor estaría dispuesto a asumir. Así las cosas, el BBVA, propietario del inmueble, negocia con varias empresas una salida para el hotel: bien su venta o el alquiler. Esta fórmula es la que ha mantenido con la firma de José Antonio López Esteras desde 2008, pero el empresario solo pagó una mensualidad de la renta, fijada en unos 180.000 euros, lo cual ha engrosado una deuda que ha provocado la orden de desahucio por parte del Juzgado de lo Mercantil. En esta coyuntura, el comité de empresa del hotel teme que las conversaciones entre el BBVA y los interesados en hacerse con la gestión del hotel se alarguen durante más de tres meses, que es el tiempo fijado por ley para eximir de subrogar a la plantilla. De este modo, el nuevo gestor o dueño del Monasterio no tendrá la obligación de contar con ellos y podrá contratar a otros empleados.
El portavoz de los trabajadores, Feliciano Domínguez explicó que para evitar esto se encerrarán en el hotel entre las 8.00 y las 8.30 de la mañana, antes de que comience el desahucio, ordenado a las 10.00 horas. «Vamos a oponer resistencia e intentar que no nos desalojen. Es una forma de presión para ganar tiempo. Queremos intentarlo todo, de la forma más pacífica posible». A este respecto, Domínguez señaló que van a contactar con medios de comunicación internacionales, fundamentalmente de Alemania que es el lugar de origen de la mayoría de sus clientes extranjeros, para dar cuenta de su problema y su vinculación con el BBVA. También quieren enviar una carta al Príncipe de Asturias, entre otras iniciativas que decidirán sobre la marcha.
Por otro lado, ese mismo lunes esperan recibir sus cartas de despidos, con una indemnización de treinta días por año, aunque sospechan que Jale «se declarará insolvente, y se lo tendrá que pagar el Fondo de Garantías Salariales». El Expediente de Regulación de Empleo sí se encuentra ya en manos de la administración. Cabe destacar que el lunes no se producirá el desalojo del mobiliario, que sí es propiedad de Jale, aunque en buena parte está embargado.