Tamara Rojo será la directora del English National Ballet
Con 37 años, vuelve a la compañía donde brilló como bailarina con la promesa de «empujar las barreras del ballet clásico»
LONDRES.Actualizado:Tamara Rojo copa su potente carrera artística con un nuevo reto como directora del English National Ballet (ENB), una de las cuatro compañías de ballet clásico más importantes de Reino Unido. El nombramiento de la bailarina española, entre los talentos internacionales más destacados, se hará público esta mañana con vistas a un traspaso de funciones, además de instituciones, el próximo mes de septiembre. «Estoy muy excitada, muy honrada y también muy asustada. ¡Es una gran responsabilidad!», exclamó.
A sus 37 años, Tamara Rojo dirigirá una compañía de unos 65 bailarines que cuenta con su propia orquesta sinfónica y una escuela independiente. Sin renunciar a bailar, como máxima responsable potenciará a los nuevos talentos en danza y coreografía. «Quiero empujar las barreras del ballet clásico. Las líneas definitorias entre la danza contemporánea y el universo clásico ya no están tan claras y me gustaría descubrir si realmente existen hoy en día», explica.
Antes se despedirá del Royal Ballet, su 'hogar' de los últimos 12 años como bailarina principal. Allí ha bordado personajes de carácter fuerte y papeles exigentes, como Carmen, la Bella Durmiente o Odile-Odette. La diosa Diana será su última interpretación, programada para agosto en el Covent Garden, aunque no se descarta una velada estelar junto a viejos colegas y artistas invitados de la compañía. Se marcha llena de «gratitud» y buenas palabras para todos.
En 2011, la junta del Covent Garden a punto estuvo de confiarle la dirección del Royal Ballet, que finalmente recayó en Kevin O' Hare, persona con un perfil más administrativo. De aquella experiencia aprendió mucho: «La integridad artística es esencial y me di cuenta de que soy capaz de pelear más por mi visión que por un puesto de trabajo».
Rojo debutó con 23 años en la compañía del Coliseum y poco después, cuando bailaba en 'El cascanueces', la prensa la reconoció como la gran revelación de la temporada. Siguió escalando cimas con su técnica de acero, sus líricos y dramáticos movimientos o, como ella misma sugiere, «con impulsos irresistibles» a bailar y dar piruetas. De cara a su nuevo reto profesional añade: «La dirección requiere mucha dedicación, esfuerzo, pasión, entrega. Me siento en la mejor forma como bailarina y con mucha energía».