El coyote más andaluz

Un vídeo de cinco segundos que ha puesto fin a años de rumores sobre la presencia de coyotes en uno de los parques regionales norteamericanos, en Arlington, Virginia. Ni los propios biólogos, ni las imágenes enviadas por ciudadanos a las autoridades podrían demostrarlo hasta ahora. Algunos se habían aventurado a enviar algunas fotos o vídeos, pero solo resultaron ser zorros y perros. Pero eso es ya historia. El vídeo conseguido hace unos días por Pablo Rodríguez Codes, malagueño de 15 años, amante del arte y la naturaleza, ha confirmado su presencia en el parque de Potomac, un espacio con viviendas en los alrededores. Se podría decir que es como si alguien grabara lobos en Los Montes de Málaga. En este caso el parque es algo más pequeño, pero también tiene la vocación de servir de escape a las familias, con áreas recreativas y un centro de la naturaleza. Pablo, que en Málaga estudia en el I.E. Huelin, está realizando un programa de intercambio en el T.C. Williams Highschool en la ciudad vecina de Alexandria, pero a la vez los domingos hace de voluntario en este parque realizando tareas de cuidado de animales y jardinería, entre otras. «La cámara (que se activa cuando capta movimiento) la uso siempre que puedo; es un hobbie, la dejo en mi jardín y, si tengo suerte, a veces aparecen zorros o zarigüeyas... Los fines de semana me voy a algún bosque y, tras explorar la zona, pongo la cámara con mantequilla de cacahuete donde más me convenga. La fauna aquí es fantástica, hay ardillas y conejos en todas partes y aunque no se dejen ver en las ciudades de noche, hay zorros, mofetas, mapaches, etc. Pero lo del coyote fue sorprendente. Puse la cámara con la intención de fotografiar ciervos, pero nunca pensé que allí habría coyotes. Un mapache hizo la gracia de meter mi cámara en un charco, por lo que se me estropeó la visión nocturna pero increíblemente apareció de día», explica.

Su vídeo del coyote 'cazado' en el parque ha dado la vuelta en informativos de televisión y páginas web de Estados Unidos, incluso ha sido referenciado en el 'Washigton Post'. La leyenda de los coyotes en la cercanía de las casas ha dejado de serlo. Ya hay pruebas que van más allá de los testimonios. En muchas de estas páginas webs se menciona la autoría del vídeo de un estudiante español de intercambio, pero no se apunta a su origen andaluz. Pero él ya anticipaba la noticia en su blog (http://unblogdeajolotes.blogspot.com.es/): «Mi cámara de fototrampeo acaba de de grabar su mejor vídeo. Tanto, que los naturalistas de por aquí se sorprenden porque acabo de probar la existencia de coyotes en Arlington».

A Pablo aún le quedan tres meses en Estados Unidos y cuando se le pregunta si optará por una carrera de biología. parece que se decanta más por el arte. Un arte en el que refleja su pasión por los animales y la naturaleza en su blog, en el que muestra una creatividad que le corre por las venas. Dibujos a lo grande al estilo 'Art Attack', otros plegables e incluso clases de monociclo. Y es que de casta le viene al galgo. Su padre, Ángel Idígoras, humorista gráfico de SUR, mucho tiene que ver en una de sus pasiones. Ahora Pablo Rodríguez Codes podrá contar la historia del coyote, quizá, más andaluz y que seguro, será protagonista de uno de sus dibujos. Un coyote sin 'correcaminos'. De momento.