Cristiano saca del lío al Madrid
Los de Mourinho mantienen la diferencia de cuatro puntos respecto al Barça, consolidan su liderato y alejan de Europa a un Atlético que comenzó bien, empató gracias a Falcao pero acabó impotente
MADRID Actualizado: GuardarCristiano Ronaldo, un portento de la naturaleza con un golpeo tan mágico que convierte un balón reglamentario en una pelota de playa, decidió el derbi con dos golazos que dejaron a Courtois petrificado y con esa cara de niño angelical al que, según dicen, hace ojitos Florentino Pérez aunque es propiedad del Chelsea. Con siete tripletes en la temporada, el astro portugués ya iguala su récord de 40 goles, supera a Messi y deja al Madrid con esa diferencia de cuatro puntos que consolida su liderato. Por el 1-4 final pudo parecer un paseo más de los blancos en terreno hostil, pero no fue así hasta el tramo final. El Atlético dio la cara, llegó a empatar por obra de Falcao y solo se rindió cuando, ya cerca del final, Godín cometió uno de esos penaltis pueriles, fruto de la impotencia, que suelen aparecer en el guión de estos partidos. Callejón puso la rúbrica a otro derbi con sabor a merengue. Trece años sin perder ante el Atlético y nueve victorias y dos empates en los últimos once duelos. La noche y el día.
La historia se había escenificado como en los viejos tiempos, cuando se asemejaba al clásico nacional y no a un cuento de niños en el que se sabe de antemano el desenlace. La sola presencia de Simeone en el banquillo animaba a los rojiblancos, que esta vez no salieron derrotados del vestuario, con la cabeza gacha, la mente acomplejada y las piernas agarrotadas. Perea, errático en controles y entregas, sí insistía en sus viejos vicios y peleas con el balón. Corre como nadie, la recupera como pocos y la pierde como un alevín tembloroso. Sabía lo que quería el ‘Cholo’, que no reservó nada en ataque pero ordenó a sus discípulos juntarse atrás para cerrar huecos y desplegarse en fugaces contragolpes. Justo el método preferido por Mourinho para sus equipos.
El Madrid, en cambio, se presentó con más dudas. Mourinho descartó a Marcelo de la convocatoria, al parecer por problemas físicos, y repitió con Coentrao de inicio en un partido grande. Apostó por Di María tras sus buenos minutos ante el Valencia, prescindió de Higuaín y también de Özil, a quien su cuerpo técnico ve fundido para actuar 90 minutos. Entró Kaká, un antiguo ‘Balón de Oro’ que podía asustar. Pero ocurrió que los blancos apenas encontraban huecos por donde penetrar y generaban cierta sensación de inseguridad atrás porque Arbeloa se veía muy solo para defender a Filipe Luis y Arda Turán, ya que el ‘Fideo’ no ayudaba en defensa, y Diego se prodigaba en esas transiciones siempre vistosas pero no tan prácticas. Intenta al brasileño pases imposibles salen solo de cuando en cuando. Es más rápido y vertical pero recuerda un poco a De la Peña.
Presión a destajo
El duelo, muy táctico, no se desequilibró tan rápido como en cursos precedentes. Estaba muy apretado e incierto. El Madrid no podía imponer su incuestionable superioridad y el Atlético trabajaba bien y a destajo en la presión. Intentaba marcar territorio. Courtois apenas había tenido que intervenir para atajar un tiro a las manos de Di María pero a los 25 minutos encajó un gol bello pero sorprendente. Falta muy lejana, barrera muy colocada, ‘folha seca’ de Cristiano, el balón que sube y baja súbitamente, hace un extraño y deja al portero belga con el molde. Una estatua ante un disparo magnífico.
De ahí hasta el descanso, el Madrid se retrasó de forma peligrosa, se olvidó del balón y dejó hacer a un Atlético que amenazó pero no golpeó. Al margen de la calidad de Cristiano, había otro detalle que marcaba la noche. Mientras los merengues generaban peligro a balón parado, los ‘colchoneros’ ejecutaban mal las acciones de estrategia. Gabi no acertaba en el toque preciso. Entraron los del Manzanares bien por banda, amenazaron a Arbeloa, ya con una amarilla, pero los buenos centros de Filipe Luis no hallaban rematador. Falcao no podía entonces con Ramos y un Pepe muy protestado toda la noche y al que Godín golpeó de forma alevosa antes de un saque de falta. Quedó impune la antideportiva acción del uruguayo. Adrián amagaba pero no pegaba. Pudo sentenciar el Madrid en un par de acciones aisladas pero Courtais, bien situado esta vez en su palo, desvió un tiro de Cristiano y luego Benzema no acertó en un cabezazo franco.
Quedaba partido, y mucho, para la segunda mitad. Mourinho cambió en el descanso al retirar a Kaká e introducir a Özil. Justo cuando parecía que el Madrid controlaba con solvencia la situación llegó el empate. Fue un gran gol. Adrián no fue tapado por Arbeloa y su centro lo cabeceó de maravilla el ‘Tigre’ Falcao, más listo que Ramos y Coentrao. Casillas poco pudo hacer. Como ante el Barça, donde también emergió el colombiano, el Atlético se agarraba al choque. Entonces, una falta lanzada con picardía por Messi, salvó al Barça y cerró el duelo. En esta ocasión, los de ‘Mou’ reaccionaron con orgullo, asediaron al adversario y le cazaron con otro disparo de un jugador bestial. Entró por el centro de la portería, parece a cámara lenta que Courtois se lo come, pero el fútbol ralentizado es irreal. Una vez más, Cristiano sacó al Madrid de un problema y mantuvo la tradición pese al arreón final de un Atlético que rozó el empate por medio de Falcao y Adrián pero volvió a lamentarse del absurdo penalti de Godín -ya hizo algo similar en Zaragoza- que puso fin a la emoción y permitió a Cristiano firmar un ‘hat trick’ en territorio hostil. Como casi siempre, Callejón salió y encontró premio. Y Coentrao firmó un partido notable. Otra gran noticia para el Madrid.