La mayoría de los locales de la planta superior del Centro Plaza siguen vacíos

El Centro Plaza se creó con la intención de establecer un centro comercial en pleno centro de la ciudad. Con dos plantas, escaleras mecánicas y una estupenda situación prometía convertirse en un nuevo motor de la economía en el casco histórico de Chiclana. Más aún porque se encuentra a la espalda del Mercado de Abastos, lugar que recibe una gran afluencia diaria de ciudadanos, e incluso visitantes en periodos vacacionales, y que genera movimiento en este centro, sobre todo, en las cafeterías de la planta baja. Pero, lejos de alcanzarlo, han pasado muchos negocios y pocos se han quedado. Lo que más destaca es que en la planta superior casi una decena de establecimientos están por estrenar.

El principal problema fue y sigue siendo el precio que los dueños de los locales, todos independientes, fijan para venderlos o alquilarlos. Ahora su valía ha descendido pero el alquiler oscila entre los 500 euros en la planta superior, para locales de 30 metros cuadrados, y hasta los 1.500 que llegan a pagar los establecimientos de restauración que se encuentran en la planta baja. Más allá de eso, la contribución de la comunidad ronda los doscientos euros. Cifras que para un pequeño empresario son difíciles de asumir.

Por el contrario, las empresas nacionales o internacionales que empiezan a asomarse en las calles chiclaneras rechazan instalarse en este centro ya que necesitan locales de unas dimensiones mínimas de entre 100 y 200 metros cuadrados. El problema viene cuando hay que unificar varios locales de distintos dueños y precios, además de que, por cada uno de ellos, se hace un pago a la comunidad individual.

Ante esta situación, los técnicos de la Oficina de Lanzamiento Económico, han ofrecido su opinión al respecto comentando que la solución más adecuada para este tipo de construcción, sobre todo para la planta superior, es darle uso como locales de oficinas.