Aguirre propone a Rajoy vaciar de competencias el Estado autonómico
La presidenta de la Comunidad de Madrid plantea la devolución de las transferencias de Sanidad, Educación y Justicia al Estado
MADRID. Actualizado: GuardarEsperanza Aguirre planteó ayer una fórmula novedosa para luchar contra la crisis. Propuso a Rajoy que las autonomías devuelvan las competencias de Sanidad, Educación y Justicia a la administración central, y las de Transporte a los ayuntamientos. Una propuesta que, en la práctica, implica el vaciamiento del Estado autonómico y la recentralización del poder.
La gobernante autonómica había esbozado con anterioridad la tesis del retorno competencial, pero no fue tomada en serio y ella además no insistió en el asunto. Hasta ayer. Para salir de la crisis, dijo tras entrevistarse durante algo más de una hora con el presidente del Gobierno, hay que «adelgazar» el Estado autonómico. Una forma de hacerlo es que las comunidades devuelvan «las grandes competencias» al Estado, y citó Educación y Sanidad, que suponen el 80% de los presupuestos autonómicos, y Justicia. Además, abogó por dejar en manos de los municipios los servicios de Transporte y Servicios Sociales.
Aguirre calculó que con este trasvase de poder se ahorraría unos 48.000 millones de euros. La presidenta de la Comunidad de Madrid admitió que su fórmula implica un vaciamiento de las autonomías, pero «si España lo necesita» es hora de hacerlo.
La jefa del Ejecutivo madrileño explicó que en el fondo de su planteamiento subyace no solo un recorte del gasto sino el reconocimiento de que el Estado de las Autonomías ha fracasado porque «no ha servido para lo que se creó», que no era otra cosa que «integrar a los partidos nacionalistas de Cataluña y País Vasco» en España. Al contrario, prosiguió, solo ha servido para «encarecer y complicar» el funcionamiento del Estado.
Aguirre consideró que el compañero imprescindible para esta reforma es el PSOE e instó a Rajoy a que busque la complicidad de los socialistas, siempre que se alejen de los «radicales comunistas» y muestren su rostro «socialdemócrata moderado europeo».
Ni se plantea
La presidenta madrileña no contó la respuesta que dio el jefe del Ejecutivo a su iniciativa, pero unas horas después, en el Senado, Rajoy dejó claro que su postura está en las antípodas. «Por mi parte, ni se plantea» un debate sobre el Estado de las Autonomías, un modelo «consagrado» en la Constitución.
Pero no solo no encontró receptividad en la Moncloa, los nacionalistas catalanes y vascos aprovecharon sus palabras para marcar diferencias. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, apoyó el proceso de recentralización del poder siempre que solo afecte a las autonomías «artificiales» y no a las históricas, como Euskadi o Cataluña, que tienen una demostrada «voluntad de autogobierno».
Apuntó además que las palabras de la presidenta son la prueba de que el Estado autonómico fue «un café para todos para diluir las aspiraciones de Cataluña y País Vasco». El portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, aplaudió «efusivamente» a Esperanza Aguirre porque puso «el dedo en la llaga» y evidencia que las autonomías son «radicalmente distintas» en sus pretensiones de autogobierno.
También desde el Gobierno y del PP surgieron voces disonantes. José Ignacio Wert invitó a Aguirre a discutir sus ideas con otras autonomías para comprobar el apoyo a las mismas. El consejero de Sanidad de Castilla y León, Antonio María Sáez, rechazó la iniciativa porque la gestión sanitaria y educativa han transformado su comunidad, y advirtió a su compañera de que el Estado autonómico «no es Madrid». También el portavoz del PP gallego, Miguel Santalices, rechazó la devolución de competencias y puntualizó que Galicia ha hecho «unos deberes que otros no hicieron» en materia de competencias.