Un derbi sin margen de error

'Indios' y 'vikingos' se preparan para librar hoy una batalla desigual a orillas del río Manzanares. No hay margen de error para atléticos y madridistas, ya que los colchoneros apuran su sueño de Champions y a los merengues les persigue la alargada sombra del Barça ¿Habrá derbi esta vez o se escenificará el enésimo paseo del Madrid ante un equipo acomplejado y preso del pánico? A priori, las diferencias son abismales. Se miden el líder y el séptimo, separados por nada menos que 37 puntos. Mientras el Atlético no ha sido capaz de superar el sexto puesto en toda la temporada y solo suma once victorias en el torneo de la regularidad, su enemigo acumula casi una vuelta completa en cabeza y ha ganado ya 25 partidos.

Aquella equilibrada enemistad de antaño se ha transformado en el siglo XXI en una historia de abuso y sumisión. Tradiciones diferentes, filosofías del fútbol y de la vida casi contrapuestas. El Madrid representa la opulencia, el éxito, el poder, la ambición y el orgullo del triunfo. Sus fieles se pavonean de pertenecer al mejor club de la historia, en poder de unos socios privilegiados porque pueden elegir presidente cada cuatro años.

El Atlético, deteriorado desde que se convirtió en sociedad anónima y pasó a ser propiedad de la familia Gil, abunda en la tradición del 'pupas' en sus eslóganes y campañas publicitarias. Del por qué somos del 'Atleti' al 'Mono' Burgos saliendo de la alcantarilla. Miserias y grandezas de un club sufridor y victimista, con una hinchada que se regocija de su antimadridismo patológico.

Una generación de rojiblancos no sabe lo que es ganar al eterno rival, con un presupuesto cinco veces mayor. Más de doce años desde el triunfo logrado por los pupilos de Claudio Ranieri ante el Madrid de John Toshack en el Bernabéu (1-3). Fue el año del descenso al 'infierno'. Han pasado nueve técnicos, 101 jugadores y 22 derbis sin triunfos atléticos. Ningún jugador de la actual plantilla sabe lo que es derrotar al Madrid.

En nueve de sus once visitas al Manzanares, Casillas ha salido victorioso. Y cosechó dos empates. Mourinho, que calló en la previa y trasladó su responsabilidad al títere Karanka, ha salido victorioso en sus cinco duelos ante el vecino. Simeone se estrena en el banquillo ante un enemigo frente al que perdió en sus cinco duelos como jugador rojiblanco. Sí venció una vez, pero fue con el Sevilla.

Jugar con Corazón

El 'Cholo' apela al corazón, carácter y hombría de sus jugadores para brindar una alegría a la afición. Es una cita con valor de temporada. «Se busca rival digno para derbi decente». Esa pancarta, expuesta en el fondo sur del Bernabéu en el choque de la primera vuelta, todavía escuece en el Calderón. Solo pensar en la posibilidad de contribuir a que el Madrid pierda la Liga, supone un plus de motivación enorme.

El Madrid llega con toda su plantilla disponible. Su situación es privilegiada, tanto en España como en Europa, pero hay nervios que pone de manifiesto 'Mou' al no comparecer. Volverá a la zaga Sergio Ramos, en sustitución de Albiol, y es más que probable la titularidad de Di María, quien mejoró al equipo en la segunda parte ante el Valencia. Al tratarse de un partido grande y estar el Bayern Múnich en el horizonte próximo, no hay que descartar a Coentrao.

Simeone sufre cinco bajas, pero ninguna de suma importancia. Faltan Miranda, Mario Suárez y Salvio, por sanción, y Silvio y Antonio López, por lesión. Diego, Arda Turan y Falcao, una vez superado su proceso gripal, afilan sus garras. Se conjuran para cambiar la dinámica contemporánea y realzar a un Atlético en permanente convulsión. Ambos equipos suelen dibujar un 4-2-3-1 y apuestan por las transiciones rápidas y el contragolpe. Entre los madridistas, se cruzan apuestas para saber cuánto tardará esta vez el Madrid en marcar el primer gol. Arbitra el vasco Delgado Ferreiro. ¡Que Dios le coja confesado!