La poesía viva de Pepe Hierro
'Alegría' y 'Cuaderno de Nueva York' abrochan la carrera del tardío académico y premio Cervantes, que en 2012 habría cumplido 90 años Su fundación recordará este año el décimo aniversario de su fallecimiento
MADRID.Actualizado:Hace ya diez años que nos dejó, pero José Hierro aún es el poeta de guardia para sus muchos y fieles lectores. El tardío académico y premio Cervantes conformó con Rafael Alberti y Gloria Fuertes el trío poético más popular en la segunda mitad del siglo XX. Con sensibilidades poéticas radicalmente distintas, a los tres les hermanó el cariño y el respeto cosechados entre públicos muy amplios. Un afecto que quiere alimentar y fortalecer la fundación que vela por la memoria del gran poeta -madrileño de Cantabria- que prepara un ambicioso programa conmemorativo para celebrar el vigor de su legago . Arrancó el pasado martes, cuando se cumplieron 90 años de su nacimiento, y culminará el 21 de diciembre, décimo aniversario de su muerte.
Claridad y sencillez, de vida y de palabra, marcaron la trayectoria de Pepe Hierro, una de las cimas de la reciente poesía hispana. Jalonada por largos silencios, su carrera discurrió entre dos grandes hitos, el premio Adonais de 1947 por 'Alegría', y la aparición en 1998, poco antes de ganar el Cervantes, del magistral, 'Cuaderno de Nueva York', todo un súperventas con casi treinta ediciones en un ámbito donde reimprimir es una rareza.
La Fundación Centro de Poesía José Hierro analiza ahora el influjo de su vivificante poesía desde varios prismas, de sus poemarios a sus espacios geográficos «en una necesaria revisión de una poética fundamental». «Su poesía es de las más extraordinarias e influyentes del pasado siglo, y su trayectoria humana un ejemplo de tesón constructivo, de honestidad y de solidaridad», asegura Tacha Romero Hierro, nieta menor del poeta. Forma parte del comité que ha diseñado el programa conmemorativo, junto a los escritores Luis Alberto de Cuenca Manuel Rico, Fanny Rubio y Julieta Valero. Unos actos que «quieren trascender lo meramente melancólico y elegíaco para dar una visión dinámica, plena e integrada en la actualidad poética y cultural del autor».
Recuerdan como Hierro «disfrutó de un reconocimiento unánime en vida» que llegó «mucho antes de que los años otorgaran la perspectiva que precisan el canon crítico y los lectores para valorar una obra en toda su dimensión». Él se consideraba «un peso pesado del aliento de San Juan de la Cruz o Lope de Vega, pero con una pegada de peso gallo que concibe como gran poeta, pero no logro materializarlo».
La fundación José Hierro (www.cpoesiajosehierro.org) es una Institución sin ánimo de lucro dedicada a la creación, difusión y fomento de la poesía y al apoyo nuevos poetas. Fundada en 2003 por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento de Getafe y la familia Hierro, es lugar de encuentro de profesionales y amantes de la poesía, la música, cine, teatro y los nuevos medios. Por sus seminarios, conferencias y talleres pasan más de tres mil personas al año.
Aunque la crítica lo etiquetó como máximo exponente de la 'poesía social' junto a Blas de Otero y Gabriel Celaya, el propio Hierro dividía su poesía entre «reportajes» y «alucinaciones», recreaciones de hechos concretos los primeros, y combinaciones de lo real y lo imaginario los segundos. En esa línea se mantuvo hasta la publicación de 'Cuanto sé de mí' en 1957, que marcó un punto de inflexión. Hierro se desprende de un pasado doloroso y se abre a la pintura y la música. Una tendencia que se depura y se perfila con claridad en su 'Libro de las alucinaciones' (1964) marcado por una sencillez expresiva, la imaginería visionaria y las expresiones coloquiales.
Prestigio ascendente
Nacido en Madrid el 3 de abril de 1922, pero muy vinculado a Cantabria, José Hierro Real había publicado sus primeros poemas en el 'Romancero General de la guerra de España' en 1937, bajo influencia de Machado, Rubén Darío, Juan Ramón y los maestros del 27.
Encarcelado tras la guerra civil por apoyar a una organización clandestina de presos franquistas, peregrinó por las varias cárceles. Cofundador en Santander de la revista 'Proel', en los cincuenta se instaló en Madrid. Empleado en la 'Editora Nacional', comenzó a colaborar en revistas, ejerciendo con lucidez la crítica de arte. También dibujante y pintor, encontró acomodo profesional en Radio Nacional de España, emisora pública en la que se jubiló en 1987.
Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, José Luis Cano y Gerardo Diego estaban en el jurado de lujo que le otorgó el Adonais con 25 años recién cumplidos. A partir de ahí las distinciones se suceden en una lenta espiral de prestigio ascendente. Obtiene en 1953 su primer Nacional de poesía por 'Antología poética' y gana cuatro años más tarde su primer premio de la Crítica por 'Cuanto sé de mí'. Repetiría el galardón de la Crítica en 1964 por el 'Libro de las alucinaciones'. En 1981 llega el primer 'grande', el Príncipe de Asturias de las Letras, y en 1990, el Nacional de las Letras. Un lustro después recibe el premio Reina Sofía, el más importante en el ámbito de la poesía hispana. Como colofón a su impecable carrera recibía en 1998 el premio Cervantes, el 'Nobel' de las letras españolas, que le llegó poco antes de que al fin, la Real Academia le acogiera en su seno, como titular del sillón 'G'.