Sarkozy pone como contraejemplo a Rodríguez Zapatero
El presidente francés congelará la aportación de París al presupuesto de la Unión Europea si es reelegido el próximo 6 de mayo
P ARÍS.Actualizado:Nicolas Sarkozy puso ayer la política económica de José Luis Rodríguez Zapatero como contraejemplo de lo que desea hacer si es reelegido presidente de Francia el próximo 6 de mayo y advirtió del riesgo de una crisis de confianza como la española si gana las elecciones el socialista François Hollande.
En la presentación de su programa electoral a la prensa, el candidato conservador anunció la intención de solicitar a la Unión Europea la congelación de la aportación del Estado francés al presupuesto comunitario para obtener un ahorro anual del orden de los 600 millones de euros. A 17 días de la primera vuelta de las presidenciales, Sarkozy explicó que todas sus propuestas se organizan en torno al «objetivo imperativo» de que Francia recupere el control de su destino mediante el logro del equilibrio de las finanzas públicas en 2016 tras reducir el déficit al 3% en 2013.
Su propósito consiste en construir «la Francia fuerte», su lema electoral, «para proteger a los franceses y permitirles ser dueños de su destino».
En contraste con ese ejercicio virtuoso de disciplina presupuestaria, el presidente saliente trajo a colación la «mala» situación de los países del sur de Europa con especial mención a Grecia y, sobre todo, a España. «La situación que tienen nuestros amigos españoles, como la que han vivido nuestros amigos griegos, nos hace ser conscientes de la realidad», dijo antes de pintar un cuadro tenebroso de la realidad española tras siete años de gobiernos socialistas: «Su incapacidad de cumplir con los compromisos asumidos y la crisis de confianza a la cual se ha visto arrastrada España, ese gran país».
El mandatario conservador aseveró que «no hay un solo francés que desee para nuestro país la situación que han vivido los griegos o la situación que conoce España». Por eso advirtió de que «la menor distancia» con la palabra comprometida por Francia en Bruselas supondría una crisis de confianza a la española con «alza extraordinaria de los tipos de interés, necesidad de bajar las pensiones y de disminuir los salarios».
Sarkozy agitó el espantajo de un acceso al poder de Hollande por preconizar, con medidas como la creación de 60.000 funcionarios en el sector educativo, un «festival de gastos nuevos como si el mundo, Europa y la crisis no existieran». «En el pasado se pensaba que no existía un país que hiciera quiebra. Hoy sabemos que eso es posible», alertó.
Puestos de rodillas
Poco antes de la comparecencia del aspirante conservador ante los periodistas, su portavoz oficial había declarado que la aplicación estricta del programa de Hollande conduciría a Francia a una «deriva económica digna de las de España y, sobre todo, de Grecia». Observó que en los casos de ambos países habían sido gobiernos socialistas los que «de verdad les han puesto de rodillas». Sarkozy volvió a referirse a España al hablar de la explosión del desempleo en las economías occidentales. «Paro aumentado en el 220% en España, un poco menos del 40% en Italia, 150% en Estados Unidos. En Francia ha aumentado el 17%. Somos el país europeo donde el paro ha aumentado menos, con la excepción de Alemania», se vanaglorió. También se jactó de que «Francia es el único país occidental que no ha conocido ningún trimestre de recesión desde el segundo de 2009».
En cuanto al anuncio de cerrar el grifo de París al caudal común de Bruselas, no resulta tan novedoso ya que en diciembre los gobiernos del Reino Unido, Francia y Alemania ya acordaron exigir una congelación en términos reales del presupuesto de la Unión Europea para el próximo marco plurianual (2014-2020). La contribución anual de Francia al presupuesto de la Unión Europea es de 19.000 millones de euros, la segunda más importante después de la de Alemania.