Tres cuartos de siglo para desafiar a la lluvia
Medinaceli se convierte en la única en salir en la transición del Jueves Santo a la 'Madrugá' ante la estabilidad alcanzada tras el chaparrón
Actualizado: GuardarSon medio millar de almas, 500 rezos silenciosos, cinco centenares de historias anónimas. Pequeños trazos de vidas salpicadas de pesares, agradecimientos o simplemente plegarias que no querían quedarse sin un consuelo callejero. La cofradía del Medinaceli quiso atreverse a desafiar a una tarde y Madrugada primaveral de chubascos, viento y claros. Lo hizo en virtud de unos partes favorables que manejaba la junta de gobierno de la corporación. Unas previsiones que hablaban de estabilidad meteorológica a partir de las 23.00 horas y hasta las 8.00 horas de la mañana de hoy.
Un lapso horario que no impedía la salida de una de las grandes devociones de Cádiz. El Jueves Santo, día de grandes rezos y devociones ante los dos Señores de la ciudad, Nazareno y Santa María, se quedaba sin el primero pero no sin Medinaceli. Así lo confirmaba el propio hermano mayor Ismael Pampará a este medio en torno a las 21.00 horas. Por ello, se mantuvo la cita con todos los hermanos que formaron parte del cortejo. Al filo de las 22.00 horas comenzaron a llegar a Santa Cruz los penitentes y personas de penitencia con la intención de formar parte de un cortejo muy especial. En el año del 75 aniversario fundacional de la hermandad, la cofradía ponía en la calle unos 180 penitentes distribuidos en los tramos del Señor y de la Virgen. Sin embargo, el grueso de hermanos y devotos se encontraba justo detrás de las impresionantes andas de plata del Señor. Para esta parte del cortejo, la hermandad tenía cifrado a 500 hermanos «controlados». «A parte se sumarán todos aquellos gaditanos que quieran procesionar», explicó Pampará.
Este año, la corporación ha visto aumentado el número de personas que van en penitencia detrás de las andas, con respeto al año anterior. Un incremento que el hermano mayor apuntaba «a la incidencia de la crisis». Una situación adversa que ya se notó en el multitudinario besapié al Cristo el primer viernes de marzo. Anoche, la devoción no podía deparar otra circunstancia que una iglesia abarrotada de fieles, devotos y hermanos con ganas de realizar la estación de penitencia en la Catedral. En una jornada atípica y enrarecida entre la lluvia y el suceso ocurrido en la Seo, la hermandad se pretendía romper la tendencia de un Jueves Santo aniquilado por las precipitaciones. Con Oración en el Huerto recogida antes de tiempo y Nazareno y Afligidos con sus salidas suspendidas, Medinaceli se comprometía a ser la única cofradía del Jueves Santo que pondría su Cruz de guía en la calle.
Precisamente, esa Cruz de guía era el principal estreno de la hermandad para la salida. Una pieza en madera y orfebrería de 1940 que la hermandad ha restaurado y que sacó anoche especialmente por el 75 aniversario. Con la salida del Señor exornado con claveles rojos y del palio de Trinidad con orquídeas, rosas y alhelíes, Medinaceli perfumaría de esencia cofrade y devota un Jueves Santo totalmente deslucido. Al cierre de esta edición, la plaza de Fray Félix acogía la salida de los primeros tramos de la hermandad. Quedaba por saber qué ocurría con las cofradías de la Madrugá, Descendimiento y El Perdón.