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situación crítica en el país

Ochenta muertos en otra jornada sangrienta en Siria

El régimen de El-Asad intensifica su ofensiva contra los bastiones rebeldes pese a su promesa a Annan de retirar "de inmediato" sus tropas

COLPISA
EL CAIROActualizado:

Ochenta personas han muerto en una nueva jornada de violencia registrada ayer Siria. En su mayoría se trata de civiles, víctimas de la represión del régimen de El-Asad, quien prometió aplicar "de inmediato" el plan de paz del emisario internacional Kofi Annan.

Cincuenta y ocho civiles murieron, veinte de ellos en la región de Taftanaz en la provincia de Idleb (noroeste), en el bombardeo y los disparos con ametralladora pesada, al igual que en los combates entre soldados y militares disidentes, ha detallado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Otros quince civiles murieron en ataques del Ejército contra la ciudad de Homs (centro) y el resto en otras ciudades del país, ha precisado. En esa misma ciudad y en Derra, dieciocho soldados habrían muerto en combates, así como cuatro desertores en Idleb.

El régimen intensificó ayer sus operaciones en contra de los feudos rebeldes pese a su promesa a Annan de retirar "de inmediato" sus tropas y tanques de los centros urbanos y haber finalizado la retirada antes del 10 de abril, según explicó el pasado lunes la embajadora estadounidense en la ONU Susan Rice.

Rice estimó que el Consejo de Seguridad debería reaccionar "muy rápidamente y con vigor" si el régimen sirio no cumplía con sus promesas. El plan de Annan preconiza, además del cese de la violencia, la entrega de la ayuda humanitaria, la liberación de personas detenidas de forma arbitraria y la libertad de circulación para los periodistas. La ONU se dispone a enviar un equipo a Siria para preparar el plan de despliegue de observadores destinados a vigilar un eventual cese de las hostilidades.

Siria se enfrenta desde hace más de un año a un revuelta contra el régimen, reprimida violentamente. Al menos 10.000 personas han muerto desde entonces, la mayoría civiles, según la OSDH.