La solidez del Chelsea regresa a semifinales

El Chelsea lleva camino de convertirse en un clásico europeo. De hecho, el club de Román Abrahamóvich pisará las semifinales de la Liga de Campeones por sexta vez en los últimos nueve años después de eliminar a un vistoso Benfica. Hazaña posible gracias a que superó a un optimista Benfica en los cuartos de final con su estilo rocoso y directo.

Jorge Jesús, el técnico portugués, debió recomponer su equipo porque Luisao no se recuperó a tiempo y decidió retrasar a Javi García como central. De inicio salió mal su apuesta porque la desubicación del español propició un penalti sobre Ashley Cole en el minuto 20. El defensa eventual no pudo detener su carrera y tropezó con el inglés dentro del área. El especialista Frank Lampard Jr. lanzó la pena máxima por bajo y aumentó la ventaja en la eliminatoria de los británicos.

Aunque el equipo ‘alfacinha’ añadía un tanto más en su remontada persistió con su plan de toque, presión y velocidad en todo el campo para desbordar a los ‘blues’. De hecho, los de Roberto Di Matteo temblaron en más de una ocasión hasta el punto de que Terry sacó sobre la línea un disparo de Cardozo que se colaba en su portería. Pero el incuestionable atrevimiento del Benfica la única respuesta que obtuvo fue negativa desde la portería rival y desde el árbitro del encuentro. De hecho, el esloveno Damir Skomina acribilló a los lisboetas a base de tarjetas por sus protestas hasta que al sumar la quinta Maxi Pereira debió abandonar el duelo por una doble amarilla en el minuto 40.

Un Benfica osado

Con diez futbolistas el equipo portugués insistió con su juego descarado y de toque pero con oportunidades más claras para anotar. Óscar Cardozo insistió con disparos lejanos por encima de Čech, aunque cuando debió emplearse a fondo el checo fue en un zurdazo dentro del área al inicio de la segunda parte. A pesar de su insistencia el paraguayo se marchó al iniciar la segunda parte sin ningún gol a pesar de rematar cuatro veces durante la noche londinense.

Mientras el Benfica peleaba contra sus circunstancias y contra el sólido bloque defensivo del Chelsea, el equipo inglés enseñó algunos valores positivos por parte de los nuevos hombres de confianza de Roberto Di Matteo. Salomon Kalou aprovechó las escasas ocasiones en que participó en ataque y de él partió una jugada que su compañero Ramires desperdició cuando solo debía empujar el balón para marcar. También Fernando Torres exhibió la confianza perdida antes del invierno. El delantero español se desmarcó, corrió, caracoleó y hasta se aproximó al gol en alguno de sus remates.

A pesar de la escasa elaboración en el juego de los británicos dispusieron de algunas buenas ocasiones para anotar en los contragolpes de los últimos tiempos cuando los futbolistas del Benfica rebajaron su capacidad de presionar. La tensión apareció en los últimos minutos con un tanto de Javi García en el único error de Čech premió a los intrépidos portugueses. El talento y la pasión de los lisboetas acercaron la esperanza con Aimar como faro de los ‘encarnados’ para vencer a la fatiga. El sueño acabó en el descuento con una carrera de los atléticos ‘blues’ que remató Meireles, el único de los cuatro portugueses que eligió Di Matteo en el encuentro de vuelta.

Al final, la despedida amarga del Benfica en su partido número 200 en la máxima competición continental contrastó su buena imagen con la de un Chelsea que respiró solo con el pitido final. Su método basado en la solidez y experiencia les permitirá medirse con el Barcelona en semifinales en un duelo que podría convertirse en nuevo clásico europeo. La ida se jugará en Stamford Bridge y Di Matteo no tendrá ninguna baja por sanción.