'La Catedral' se cita con la historia

Cada vez está más cerca de la última estación de esta Liga Europa con la que sueña con fuerza. El Athletic de Bilbao confía en alcanzar la segunda semifinal europea de su historia y vivir otra gran noche europea en San Mamés. Los 'leones' de Marcelo Bielsa están forjando su leyenda en el viejo continente. Coleccionan elogios allá donde juegan y tienen a la parroquia bilbaína eufórica con la posibilidad de conquistar un título inédito en las vitrinas de 'La Catedral'. Los aficionados ya tantean Lisboa o Ucrania, la antesala de Bucarest, lugar de la final. Para ello deben hacer valer el resultado de ida logrado en el Veltins Arena de Gelsenkirchen (2-4). Los bilbaínos quieren seguir dando zarpazos.

Enfrente estará el Schalke de Raúl, que vuelve a España en la que podría ser su despedida de la competición europea. El delantero ya brilló en Alemania logrando dos goles y siendo una continua amenaza para Iraizoz y la defensa rojiblanca. Liderará las pocas opciones visitantes y recibirá un gran recibimiento en San Mamés, un estadio que siempre ha sido capaz de rendir pleitesía a los más grandes futbolistas, sean cuales sean sus colores. No sería la primera vez que esto ocurre con Raúl, puesto que ya fue ovacionado como jugador del Real Madrid en una fría noche de 1995 cuyo encuentro terminó con empate a uno en el marcador. Era la segunda de sus 14 visitas de blanco. Un año después el excapitán del equipo blanco recibió una gran ovación tras anotar el tercero de los cinco goles que el Madrid endosó al Athletic. Pocos dudan del señorío y gratitud de una afición como la rojiblanca.

Los alemanes llegan repitiendo la idea de que existen los milagros. No obstante, el equipo de la cuenca del Ruhr es consciente de que necesita algo excepcional después de que el marcador de la ida dejase al equipo vasco con un pie en la siguiente ronda. De la misma manera piensa el Athletic. La duda en el equipo bilbaíno es el tremendo arsenal ofensivo del conjunto que dirige Huub Stevens. Pese a todo, el conjunto de Marcelo Bielsa siempre sale a ganar. Nunca especula. Juegue donde juegue y contra quie jueguen. Tiene personalidad, y el hambre de éxito de la plantilla es la gran baza para repetir triunfo. En Gelsenkirchen estuvieron heridos durante gran parte del encuentro pero supieron levantarse cuando más sufrían. Nunca se rindieron y siguieron luchando para terminar ganando la batalla. Son un equipo con una fe inquebrantable.

Un dato que se ha recordado en estos días en el entorno del conjunto alemán es la victoria de hace casi exactamente un año a domicilio por 2-5 ante el Inter, un resultado que puso al Schalke en semifinales de la Liga de Campeones y que este jueves también le daría la clasificación. Para evitar que le suceda lo que al equipo italiano, el Athletic saldrá al campo con el equipo de gala, a excepción de Ander Iturraspe, sancionado por acumulación de tarjetas. La ausencia del vizcaíno en el medio campo conllevará el adelantamiento de Javi Martínez y la entrada de Borja Ekiza al centro de la defensa para ocupar el hueco que deja libre el campeón del mundo al lado de Fernando Amorebieta. El resto del once será el habitual. Herrera, Susaeta, Muniain o Llorente son insustituibles.