SEMANA PENITENCIAL
Actualizado: GuardarLa Semana Santa no parece que vaya a proporcionar el 'impasse' que todos ya necesitamos, agotados con tanto trajín. El martes se conocerá el desglose de los Presupuestos, que ya el viernes nos pusieron a tiritar, cuando apenas nos recuperábamos de las tensiones de la huelga general, que a su vez nos sorprendía, aunque fuera tan anunciada, intentando explicar qué pasó el domingo en las elecciones andaluzas y, sobre todo, qué va a pasar en el futuro inmediato. Mientras Javier Arenas intenta reaccionar a su derrota, aunque el PP ganara por primera vez en la historia, Griñán, perdedor pero vencedor porque podrá seguir gobernando, ha de negociar un pacto con el complejo mundo de Izquierda Unida (un conglomerado de 'identidades' que pasa por que su principal líder hable de una delegada de la Junta como «la de las tetas gordas») y debe prepararse para enfrentarse esta vez a una doble pinza: la de Madrid, que le exigirá el cumplimiento del déficit y recortes en general, y la de los ayuntamientos y diputaciones en poder del PP, que a su vez le reclamarán que asuma sus responsabilidades en diversas áreas y, en especial, en las tan sensibles de bienestar social.
Lo peor es que estos tiempos agitados no nos van a traer un mínimo alivio por el único sector que da señales de vida en la economía provincial, el turístico. La ocupación prevista por la Consejería de la Junta se sitúa por debajo del 57%, una de las más bajas de Andalucía, y el dato no debe pasarse de puntillas, aunque se relacione con la crisis del viajero nacional, que es el más habitual, y con el mal tiempo previsto. El que dos hoteles de los mejores no abran estos días en el Novo es un pésimo síntoma y el sector ha dado la voz de alarma incluso de cara a la temporada de verano. Habrá, por tanto, que aguzar el ingenio y la promoción porque, hasta ahora, los resultados no son los apetecidos. Atractivos no faltan. Incluso para vivir de cerca el dolor y la penitencia, y no sólo en los pasos. @laliags