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ANDALUCÍA

Los pactos municipales como antecedente

M. D. T.
SEVILLA.Actualizado:

Pese a los recelos históricos, PSOE e IU cuentan con un antecedente importante a tener en cuenta en la negociación que comenzará esta semana. Ya pactaron en 2003 y 2007 sendos acuerdos globales de gobiernos municipales, que permitieron al PSOE conservar Sevilla y a IU la capital de Córdoba, entre otro centenar de municipios.

En las negociaciones de 2003 participaron Diego Valderas y Willy Meyer, por IU, y Mar Moreno y Luis Pizarro, por el PSOE. Meyer y Moreno vuelven a coincidir ahora. Valderas nunca ha negado su 'feeling' con Moreno y esta tampoco su vieja aspiración de una izquierda unida de verdad. Valderas, no obstante, no podrá contar con dos personas de su total confianza y de gran solvencia en negociaciones de este tipo: Pedro Vaquero y Juan Vicente Acuña, ambos enfermos.

El pacto global municipal no fue posible tras las elecciones de 2011, donde IU pactó tanto con el PSOE como con el PP en los ayuntamientos. Eso sí, Valderas anunció expulsiones de los ediles que contrariaron las órdenes de no permitir alcaldías de la derecha.

Los escépticos con la negociación PSOE-IU ahora se agarran al enconamiento que ambas fuerzas políticas han protagonizado en los ayuntamientos, donde, pese a intentarlo, ha prevalecido enemistades y desencuentros antiguos. El más reciente fue el de Mollina (Málaga) donde IU rompió el pacto y firmó una moción de censura para darle el gobierno al PP pese a que la fuerza más votada era la de los socialistas.

Estas desavenencias presentes en más de una asamblea local será el ruido de fondo que puede interferir en la negociación. Valderas ha recordado que las bases deberán sancionar el acuerdo al que se llegue con un referéndum, tal como establecen los estatutos.

El trabajo de Valderas no es fácil. Su perfil pragmático lleva a pensar que tratará por todos los medios un acuerdo con el PSOE. El mismo no se cansa de repetir a los suyos que es una oportunidad histórica y que no pueden defraudar la voluntad de las urnas. Pero a Valderas también tiende a ser condescendiente con todas las sensibilidades de la aparentemente ecléctica Izquierda Unida. Ha nombrado tres comisiones con 13 interlocutores para la negociación, dando un papel a todas las corrientes. Quizás demasiados.