19 DÍAS Y UNA MALA NOCHE

Marzo nos duró, lo que dura un augurio andaluz hecho por Sigma Dos (y por no durar, le quitaron la hora de luz y hubo que madrugar). De pronto me vi, rebuscando lugares del Doce como en la gymkhana: no encontré ni castillo ni Ave, ni puente y Dios sabe... no encontraba nada (pan papan). Vaya desazón, parecía Bosnia Herzegovina no San Juan de Dios, hay que sofocón, me salió el albañil prodigioso que llevamos to: y se terminó, vaya susto (llegamo a lo justo), casi era de día... y tan sieso, haciendo un exceso le tiré dos besos (mua mua), a doña Sofía. Y regresé, con el día a día de las elecciones, sin más tonterías ni constituciones, ni tirabuzones, ni más alegrías (ni más galeones), al ver que tenía, por las predicciones, ganada la apuesta (según las encuestas) ¡por fin era el día!... Volviéndome loco, derrochando el todo y la nada, las fui, poco a poco, dando por ganadas... Y eso que yo, por no fastidiarlo con el qué dirían, de los Presupuestos ni la boca abría, y no prometía y no debatía de aquello ni esto y pa ser honesto, no fui un fantoche de palabrería, que hasta se veía, que no hacía derroche... ¡Tanto la quería!, que tardé en digerir que no daba, para mayoría, una mala noche (pan papan). Fue un hola y adiós, y el chocazo de hacerme a la idea, me descolocó... Sospecho pa mí, que ni Obama (en salto de cama) ganaría aquí. Así descubrí, que el portazo del idus de marzo marcaba el destino, y me han dado con todas las urnas, por donde es amargo, el joío pepino (pan papan). Me abandonó, como abandonan los desodorantes, me dejó el olor por detrás (y delante) y si todo esto no era bastante, se ha marchao marzo con la levantera, sin Ave, sin puente, dejando a Valderas y Griñán presidente, mejor era un puente fijando los dientes, que esta petenera... ¡Quién lo pensaría!, que al cerrar este marzo el broche, sólo quedaría: diecinueve días, y una mala noche (pan papan).