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El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker. :: O. HOSLET / EFE
Economia

Europa saluda el ajuste español, pero el BCE urge a aplicarlo ya

Los socios elogian la «determinación» del Gobierno y destacan que las medidas despejan el «camino para cumplir el déficit»

IÑAKI CASTRO ENVIADO ESPECIAL
COPENHAGUE.Actualizado:

La UE reconoció ayer el exigente esfuerzo que encara España con los Presupuestos, pero le urgió a no perder ni un segundo en su aplicación. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, ofreció la cara más amable al confesarse «muy satisfecho» con unas cuentas que colocan al Gobierno de Mariano Rajoy en el «camino» para cumplir con los objetivos de déficit pactados. El tono más severo llegó de la mano del BCE, que también analizará próximamente los ajustes anunciados por el Ejecutivo. El supervisor monetario reclamó que el conjunto de recortes se tramiten por la vía de urgencia para que su impacto en el desfase de gasto empiece a notarse cuanto antes.

El titular de Economía, Luis de Guindos, presentó brevemente el contenido de los Presupuestos a sus colegas del Eurogrupo mientras el Consejo de Ministros preparaba su aprobación en España. Antes de que se iniciara la reunión en Dinamarca, que ocupa la presidencia rotatoria de la UE, De Guindos proclamó que las cuentas iban a «convencer» a sus socios. «España va a dejar de ser un problema para los españoles y para la propia Unión», auguró. Como es habitual en una presentación de este tipo, los representantes de la Comisión y el BCE tomaron la palabra a continuación. En ambos casos, la evaluación resultó preliminar porque necesitan conocer a fondo los detalles para emitir su veredicto.

El comisario de Economía, Olli Rehn, remarcó que España había demostrado su «determinación» con los ajustes. «Saludamos que los Presupuestos confirmen el déficit del 5,3% acordado recientemente en el Eurogrupo», aseguró en referencia al techo pactado hace poco más de dos semanas. Pese a que insistió en la necesidad de mantener el pulso de la reformas para «generar un modelo de crecimiento más sostenible», el responsable finlandés recordó que Bruselas no olvida el horizonte de finales de 2013. Entonces, España deberá reducir su desequilibrio fiscal por debajo del 3%, la cifra considerada saludable por la UE. A juicio de Rehn, este tope es de una importancia «suprema» y el Ejecutivo de Rajoy debe comprometerse «sin ambigüedades».

Jörg Asmussen, el representante germano en el comité ejecutivo del BCE, suscribió la posición de Bruselas, pero fue más allá en su análisis de las cuentas. Asmussen insistió en que tienen «especial» interés en conocer los esfuerzos de las comunidades para reducir el déficit. A renglón seguido, sin embargo, lanzó el mensaje más crudo de la jornada. Reclamó al Gobierno que tramite los ajustes en el Parlamento por el procedimiento de «emergencia» para que se apliquen de inmediato. El supervisor monetario, al igual que otras instituciones comunitarias, temen que más retrasos en la puesta en marcha de los ajustes puedan limitar su influencia en la reducción del déficit este año.

Cabreo de Juncker

El presidente del Eurogrupo también ofreció su opinión, aunque más tarde de lo previsto. Jean-Claude Juncker canceló su comparecencia habitual tras el encuentro ministerial por un cabreo soberano con la titular de Finanzas austriaca, Maria Fekter, que avanzó antes de tiempo el consenso sobre la ampliación del fondo de rescate. Horas después y desde su hotel, Juncker mostró su «satisfacción». «España está haciendo todos los esfuerzos que razonablemente podemos esperar», subrayó. Según agregó, los recortes permitirán al Ejecutivo cumplir los compromisos pactados y «tranquilizar» a los mercados.

De Guindos, en lo que describió como una «percepción objetiva», aseguró que los socios valoraron el «importante esfuerzo» de España. El ministro de Economía explicó que no sólo se avalaron las cifras del Presupuesto, sino que se reconoció el conjunto de reformas puestas en marcha en los últimos meses. En cuanto a las exigencias planteadas por el BCE, avanzó que estudian distintas alternativas para «acelerar» al máximo la aplicación de las medidas. En cualquier caso, recordó que las cuentas son «una totalidad» y no pueden «fraccionarse» para anticipar determinados ajustes.