«No quiero grandes giros de estilo, quiero canciones que transmitan algo»
Macaco CantanteEl artista, que debuta como escritor, mantiene intacto el optimismo en su nuevo álbum, 'El murmullo del fuego'
MADRID.Actualizado:Daniel Carbonell, alias Macaco, es un tipo activo y de aspecto saludable, pero ni aún así es inmune a los rigores de la promoción. «Llevo una semana cantando y hablando todos los días desde las 7 de la mañana, y eso me fastidia la voz», comenta mientras traga una pastilla de homeopatía, antes de hacer la entrevista y salir pitando a unos grandes almacenes culturales donde hará un breve concierto de presentación de 'El murmullo del fuego'. Es su séptimo álbum, la continuación del exitoso 'Puerto presente', un disco de reggae y rumba inspirado, entre otras cosas, por el fuego y el sol: «No parto de una idea cuando comienzo un disco. Voy componiendo y pensando en cosas muy básicas, como pueden ser los colores», comenta Carbonell, de 40 años. «En 'Puerto presente' eran los azules, por el mar, el agua, el ambiente portuario; y aquí el rojo, la cosa del fuego, del sol. Es algo muy básico, pero, poco a poco, en letras y melodías, lo utilizo como línea conductora».
-El murmullo del fuego comienza con una frase recitada por José Saramago. No está mal abrir un disco con la colaboración de un premio Nobel...
-Es la colaboración de mi vida, te abre el álbum Saramago y es como 'ya me puedo morir mañana'. Se dieron un montón de casualidades para ello. Yo siempre he metido introducciones en los discos, en 'Puerto presente' fue Javier Bardem, al que lie para que hiciera de marinero. Y me gusta mucho Saramago. Cuando murió, yo estaba de gira y en todos los conciertos le hacía un homenaje. En uno de ellos estaba alguien de la familia de Saramago, creo que su hermana, y me grabaron. Luego me llamó Pilar del Río -la viuda del portugués- pidiéndome permiso para colgarlo en su web. Para mí fue un honor. Y como hubo buena onda con Pilar, tuve el atrevimiento de pedirle una frase de Saramago para 'El murmullo', que saqué del documental José y Pilar.
-Después de lo bien que fue 'Puerto presente', ¿ha encarado este disco con más presión o, al revés, con mayor relajación?
-Yo siempre he tenido una trayectoria ascendente, pero poco a poco, cocinada a fuego lento a través de muchos directos. Con 'Ingravitto' (2006) fue cuando yo noté el primer salto, que sin sonar en grandes medios, fue disco de platino. Luego, ya con 'Puerto presente' (2009), llegaron éxitos más mediáticos como 'Moving', pero este disco lo he hecho como siempre: mi guitarra, mis soniditos, mis servilletas con palabrejas... La ilusión es el mismo motor de siempre. No quiero hacer grandes giros de estilo, quiero que las canciones te transmitan algo.
-Sigue habiendo mucha rumba, pero tal vez sea el disco de Macaco más reggae, más influido por Bob Marley, en concreto.
-Los pilares son la rumba y el reggae, Gato Pérez y Bob Marley. En los estribillos se ve mucha rumba catalana, y luego sí, hay más protagonismo del reagge y de los tambores.
-Se ha destacado en la prensa que, en tiempos de crisis, este es un disco muy luminoso y positivo. ¿No han sido sido siempre así todos sus trabajos?
-Sí, eso no es una novedad: hago canciones para mí mismo y quiero que me den buena onda. A mí siempre me la han dado gente como Gato Pérez y Bob Marley, y si yo se la puedo dar a alguien, pues guay. También hay sombras, canciones que van más para adentro.
-Ahora se estrena como escritor con el libro 'Amor a lo diminuto', una colección de aforismos, pensamientos y versos ilustrada con fotos hechas a lo largo de sus giras por el mundo. ¿Cómo surgió la idea?
-Cuando acabo los conciertos estoy hecho polvo, ya no salgo casi, soy más de día y de hacer deporte y estar fuerte para las actuaciones. Al llegar a los hoteles me dio por escribir pequeños textos y cuando llegué a los 300 o 400 se los pasé a amigos míos. Les gustó y se me ocurrió proponer a la editorial -Plaza y Janés- la idea del amor a lo diminuto, y me puse a hacer fotos de cosas pequeñas: cosas escritas en la pared, una hormiga pasando por un coche, etcétera. En la ciudad que fuera había un montón de gente haciendo fotos a monumentos y yo allí, pegado a una pared, fotografiando a una hormiga...