Indecente

Son muchos los adjetivos que colocaría en este Apunte para definir a los que insultaron al pueblo andaluz. Cuando nos tocan las narices, pero no queremos entrar en disputa, nos pegamos el moco: no te contesto porque tengo má que tú. Pues yo debo de carecer de ello, porque voy a ponerme a su bajura y responderé. En ocasiones hay que dejar las sutilezas a un lado y tomar partido en la vida. Y lo voy a hacer. Son unos groseros, intolerantes y desinformados.

Me dirijo a los presentadores y tertulianos de programas incendiarios que emiten esas raras cadenas de televisión. A columnistas y directores de periódicos que al escribir o hablar no han sabido respetar el resultado democrático de unas urnas. Actitud esta, que al señor Arenas no le habrá gustado ni chispa, pues hasta lo que yo sé es un andaluz que ama su tierra y siempre la ha defendido de los malintencionados. Estos individuos, en la pasada noche electoral y después, no se limitan a informar, opinar con argumentos y datos. Se enrabietan porque, muy a su pesar, el PP no gobierna y desprecian a los millones de personas que votaron izquierda. Así nos echaron unos al 'estercolero' y otros 'al pesebre': «Los andaluces han cometido el mayor error de su historia (esto es cultura). Son unos paletos, los han sacado del tercer mundo». «Andalucía tiene una sociedad enferma que no tiene moral. No pegan ni golpe, viven del cuento y las subvenciones, no tienen dignidad.». Estos, que no aceptan la democracia de las urnas llamándonos borregos por dar, de nuevo, la presidencia de la Junta a la izquierda; no levantaron la voz cuando en Valencia revalidaron la mayoría absoluta a un presidente del PP ligado a la trama Gürtel, sillón que poco después tuvo que abandonar para sentarse en otro más duro; el banquillo de los acusados. Entonces el pueblo valenciano no era cateto, inmoral o borrego. Sabían lo que hacían y así van, en la ruina económica que les dejó Camps.

En cuanto a los ERE, habrá que investigarlos y llegar hasta las últimas consecuencias y nombres. Pero, por desgracia no solo en Andalucía tenemos corrupción. Parece que estos lenguaraces no quieren recordar los 6 años que le han caído al expresidente balear y exministro del PP Jaume Matas, pendiente aún de otros juicios. El todo vale en nombre de la libertad de expresión, no. Si solo hay insulto y desprecio. Luego nos escandalizábamos cuando una televisión francesa ofendieron a nuestros deportistas. Esto es aún peor; ya que habéis hecho lo propio con gente de vuestro mismo país. Que pretendéis ¿volver a las dos Españas?. Gente vaga la hay en cualquier profesión y deshonestos, como cantaría Manolo Escobar, en los cuatro puntos cardinales que conforman nuestra España.