«¿Qué hace usted?»
El encuentro con Fidel Castro fue un diálogo informal, que se desinfló desde el punto de vista político
LA HABANA.Actualizado:El encuentro del Papa, 84 años, y Fidel Castro, de 85, una imagen que se esperaba con expectación, se produjo finalmente antes de la marcha de Benedicto XVI, pero se limitó a una charla de pasatiempo entre dos ancianos, según las reconstrucciones de ambas partes. Desde el punto de vista político fue decepcionante y no parece haber tenido trascendencia. Con Ratzinger casi nunca salen chispas. Era un momento ambiguo en cuanto al protocolo, pues el presidente es Raúl Castro y se descartaba que Fidel estuviera presente en la recepción del pontífice con su familia. Además de que podía hacer sombra a su hermano, se consideraba que tampoco aceptaría un papel de comparsa.
Fidel, de aspecto demacrado por la enfermedad que arrastra desde 2006, acudió a la nunciatura en La Habana y permaneció media hora. Llevó la batuta de la conversación y prácticamente interrogó a Ratzinger sobre aspectos que le interesaban, pues según le explicó lleva «una existencia consagrada a la reflexión cultural sobre el mundo de hoy», refirió el portavoz vaticano, Federico Lombardi. El Papa se limitó a responder de forma amable.
Castro, que dijo haber seguido la visita por televisión, le preguntó directamente: «¿Qué hace un papa, cuál es su misión y su tarea?». También se interesó por los cambios litúrgicos introducidos por Benedicto XVI. La tercera cuestión, más filosófica, fue sobre «las dificultades de los tiempos de hoy», la ciencia y los desafíos de la modernidad. «El Papa le dijo que la humanidad enfrentaba dificultades debido a la ausencia de Dios, y expuso sus temas de reflexión: relaciones entre fe y razón, libertad y responsabilidad», resumió Lombardi. También bromearon sobre la edad de ambos y Fidel le preguntó si era capaz de hacer su trabajo. «Soy viejo, pero puedo cumplir mi deber», replicó el Papa. Como última curiosidad, estuvo presente la mujer de Fidel, Dalia Soto, algo insólito pues son raras sus apariciones públicas.