Muchos culpables

La elaboración, la presentación y la aprobación del plan de ajuste han sido pésimamente gestionados por el gobierno municipal. Una auténtica chapuza, hablando claro. No se ha negociado, se lo ha presentado a sindicatos y oposición pocos minutos antes de que fuese aprobado en sesión plenaria y ha logrado crispar todavía más una ciudad que si de algo anda precisamente sobrada es de eso: crispación. Y las prisas a las que obligaba el Ministerio de Hacienda para poder acogerse a unos créditos ICO que permitan pagar a proveedores no sirven de excusa, porque, como decían los que ahora gobiernan en el Consistorio cuando estaban en la oposición, el talante y las formas no pueden nunca perderse en estos casos. Fue uno de los grandes pecados de los que antes mandaban y ahora ellos incurren en lo mismo, algo que, además, genera un peligroso descrédito.

Pero dicho eso, no es menos cierto que la situación actual del Ayuntamiento de Jerez tiene muchos culpables. Tantos como los que han gobernando en los últimos años. Ellos son los que han llevado a las arcas municipales a la ruina, a una situación de quiebra más que preocupante, que es la que obliga ahora a tomar medidas dolorosas. Conviene tener presente que, más que posiblemente, muchos jerezanos votaron al PP en las pasadas elecciones municipales precisamente para que cogiese el toro por los cuernos. Que la forma en que lo ha hecho sea la mejor o no solo el tiempo lo dirá, pero algo había que hacer porque la ciudad no puede seguir así.

Curiosamente, muchos de esos culpables se echan ahora las manos a la cabeza y ponen el grito en el cielo, cuando lo que tendrían que hacer es agachar la cabeza e irse para su casa. Y, por supuesto, pagar por lo que hicieron.