GANAN LAS URNAS

Madurada ya la pasada jornada electoral, sólo resta acatar lo que el pueblo ha decidido. Se ha vuelto a demostrar que, aunque se afine mucho en las encuestas previas y en las realizadas a pie de urna, no hay previsión posible y al final, la papeleta que se deposita en la urna, es la que se lleva el gato al agua. Una de las cosas que más me ha sorprendido de estos últimos comicios en el alto índice de abstención. Es cierto que la clase política, o al menos la que disfrutamos actualmente en nuestro país, no anima mucho. Los casos de corrupción, enchufismo, oportunismo y prevaricación son tan abundantes, y están tan repartidos, que es lógico que electorado no confíe en nadie y los que van a las urnas lo hacen a veces incluso a regañadientes. Disfrutamos de una democracia relativamente joven, 30 años no es nada, y seguimos sin entender que si no nos convencen los que están, con nuestro voto efectivo y depositado en las urnas es la única forma de desalojar del poder a tanto político mediocre. Espero que las generaciones venideras poco a poco vayan aprendiendo. Sigue sorprendiéndome la lectura que hacen los diferentes partidos de sus resultados, como siempre, todos ganan. Unos, ganan pero no gobiernan y tan contentos, otros, pierden y gobiernan, también contentos, otros obtienen un refrendo minoritario pero, como pactan, también se conforman y por ultimo los que no consiguen nada y se pierden sus votos en las papeleras, lo celebran igualmente, sigo sin entender nada. Cuando estábamos en la dictadura todos añorábamos votaciones en democracia y ahora que podemos ejercer nuestro derecho lo tiramos por tierra. Espero que los partidos sean serios y analicen sus resultados y, si son consecuentes, cambien sus estrategias para el futuro porque así no vamos a ningún lado.