La cercanía de la Semana Santa fuerza el desalojo de los acampados en el Arenal
La actuación se produjo en la madrugada de ayer cuando se quitó la tienda instalada hace más de 200 días en la que ahora dormían siete personas
Actualizado: GuardarUn grupo de empleados municipales armados con cinta de carrocero y pintura blanca marcaban ayer en la carrera oficial de la Semana Santa de Jerez el lugar por el que pasarán los pasos de las hermandades. Y esta senda, como se podía comprobar ayer de la forma más gráfica posible, pasa inevitablemente por lugares como la calle Consistorio o la plaza del Arenal donde, hasta la madrugada de ayer, permanecía la autodenominada Acampada Permanente del 15-M.
Y es que ha sido después de más de 200 días, y cuando la cercanía de la semana de Pasión es un hecho, cuando el Ayuntamiento ha tomado la decisión de desalojar al grupo de personas que seguía pernoctando en esta céntrica plaza desde el verano, y del que hay que recordar que se desvinculó ya en su momento el movimiento del 15-M.
Tal como informó ayer el portavoz del ejecutivo municipal, Antonio Saldaña, la actuación tuvo lugar alrededor de las tres de la madrugada de ayer martes, que fue el momento en el que los agentes de la Policía Local -que curiosamente también mantienen en el Almendral su propia acampada por el impago de las nóminas- les pidieron que desalojaran la vía pública.
Este operativo contó con el apoyo de la Policía Nacional, aunque no tuvieron que intervenir en ningún momento porque «no hubo incidentes ni pusieron objeciones», destacó Saldaña antes de añadir que «en todo momento estuvieron presentes el delegado de Seguridad, Javier Durá, y la de Bienestar Social, Isabel Paredes, así como personal de esta Delegación para ofrecerles los recursos municipales».
En total, eran siete las personas que se encontraban en la acampada (cuatro procedentes de Barcelona, una de Argentina, otra de Marruecos y un ciudadano de Jerez), cuyos enseres fueron retirados por Infraestructuras mientras Urbaser se dedicaba a la limpieza del lugar que ocupaban en el pórtico del edificio Los Arcos.
Tras esta actuación, el portavoz del gobierno aclaró que la fecha elegida se marcó según las pautas y criterio de la Subdelegación del Gobierno, aunque no ocultó que la cercanía de la Semana Santa ha sido determinante.
Al mismo tiempo, la delegada de Bienestar Social desgranaba ayer un informe de su departamento para explicar que desde el principio de esta acampada «los servicios sociales han ofrecido a estas personas las instalaciones del albergue como alojamiento de emergencia, a la vez que han sido emplazadas a asistir a las unidades de trabajo social (centros cívicos), para iniciar un itinerario de inserción social».
Según este documento, el pasado 14 de febrero una representación de estas personas mantuvo una reunión con el Consistorio en la que hicieron entrega de un decálogo de peticiones entre las que solicitaban un hostal social y viviendas de emergencia, «al margen de otras demandas ajenas a la labor de los servicios sociales». Como recalcó Paredes, «se les dijo que para esta petición se deben cumplir unos criterios que evalúan los técnicos de servicios sociales, sobre todo por una cuestión de equidad y justicia, y que no procedía en su caso».
A este respecto, el propio Saldaña informó ayer de que «se ha estudiado la situación personal de algunos de los integrantes de este grupo, y están en una situación económica -con prestaciones de hasta 700 euros- mejor que la de muchos usuarios de la red de apoyo».
Sea como fuere, según el Consistorio, algunos sí accedieron en febrero a recibir ayuda municipal, y «fruto de esta intervención y seguimiento seis personas han utilizado los servicios del albergue. De hecho cuatro hoy permanecen alojadas y dos utilizan los servicios externos (ducha, ropería)».
Por su parte, desde la Acampada Permanente, Pablo González criticó la intervención de la Policía «de madrugada y sin darnos tiempo ni a recoger las cosas». «Han arrasado todo en cinco minutos» dijo.
Según González, «en el grupo hay dos matrimonios desahuciados que han perdido sus casas y quedaban a dormir por falta de respuesta de los servicios sociales».
Por eso, dejó claro que iban a buscar «otro lugar para acampar». De hecho, ayer durante el día estuvieron en los alrededores del Arenal, y los sindicatos les dejaron guardar sus enseres en su local.