La amenaza de sentirse superior

Una inquietante tranquilidad, aunque parezca una contradicción, rodea la visita del Barça al Milan en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones. No se percibe en el entorno la tensión con la que se viven las horas previas de las grandes citas europeas. Se supone que en el vestuario azulgrana no sucederá lo mismo, pero tanta calma asusta, porque en el Barcelona el entorno, palabra que puso de moda Johan Cruyff en su peores días como entrenador, siempre afecta más de la cuenta.

Influye demasiado la injusta fama de club repleto de dinosaurios futbolísticos con la que se ha etiquetado al Milan en los últimos años. Un error, porque Massimiliano Allegri ha rejuvenecido el equipo y el ataque que forman Ibrahimovic, Robinho y Boateng, unido a las llegadas de Nocerino, es un peligro. Por algo es el líder de la Serie A, También puede invitar a la relajación que en el pulso que se disputó en San Siro esta misma temporada en la fase de grupos el Barça se impusiera 2-3 con más claridad en el juego de la que indica el marcador. Aquella exhibición hizo olvidar el 2-2 del Camp Nou. Y, por supuesto, anima el gran momento del Barça, con nueve victorias consecutivas.

Por todo ello Pep Guardiola ya avisó antes del sorteo que el único rival al que no quería enfrentarse en cuartos era el Milan. Y recibió el castigo por su sinceridad. Sí juegan a favor del Barça las numerosas bajas por lesión que tiene el Milan, muchas de ellas importantes. La última, la del central brasileño Thiago Silva, objetivo del Barça para la próxima temporada y su mejor hombre en la defensa. Se lesionó el sábado y tampoco llegará a la vuelta. Pero hay más: Van Bommel (sancionado), Cassano (convaleciente de un grave problema cardiaco), Gattuso y Muntari (no inscritos en la UEFA por el percance ocular del primero y porque el segundo ya jugó esta temporada en Europa con el Inter) y los lesionados Pato, Abate e Inzaghi. Y además de los ocho citados, Robinho, Nesta y hasta Boateng llegan muy tocados físicamente tras encadenar pequeñas lesiones.

Guardiola también tiene cinco bajas: los lesionados Villa, Fontàs, Adriano y Afellay, además de Abidal, pendiente del trasplante de hígado. Entre ellos, Afellay sí viajó seis meses después de su operación de rodilla, pero todavía sin el alta. El problema de tener a dos laterales zurdos en la enfermería, Adriano y Abidal, lo solucionará la polivalencia de Puyol.

Allegri prometió una «mentalidad ofensiva, porque es necesario marcar». «Nos espera un partido muy difícil. Jugamos contra el equipo más fuerte, vigente campeón de la Liga de Campeones. Debemos reducir al mínimo los errores y para ellos necesitamos el gol», reconoció. Y del pulso de la fase de grupos señaló: «Esperemos haber aprendido algo. Sabemos más o menos cómo juegan. Será un bonito partido, y muy difícil».

Ibrahimovic, por su parte, avisó: «Para ganar tenemos que hacer un partido perfecto». Y minimizó su polémico reencuentro con Guardiola: «¿Si le daré la mano? No es importante para mí y tampoco lo es para él. La vida sigue y yo sigo adelante. Cuando llegué al Barça, era un sueño, como lo es para todos los jugadores que llegan a este equipo. Siento que durara solo un año, pero lo que sucedió fue eso y puede pasar. De todas maneras estoy muy orgulloso de haber jugado en ese club».