Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
El escritor francés Dominique Lapierre./ Efe
libros

La solidaria pasión india de Dominique Lapierre

'India mon amour' es un "cuaderno de viaje emocional" por un intenso idilio que el escritor francés convirtió en "cruzada humanitaria"

MIGUEL LORENCI
MADRIDActualizado:

En un bolsillo lleva el enorme cascabel que Hasari Pal, el hombre-caballo, hacía sonar en taxi-ciclo que condujo hasta su temprana muerte en la miserable Calcuta en la que él halló el súmmum de la alegría. Dominique Lapierre (La Rochelle, 1930) se dejó seducir hace mucho por la India y sus gentes. Les dedicó libros de ventas multimillonarias como 'Esta noche la libertad' (1975), 'La ciudad de la alegría' (1985) o 'Era medianoche en Bhopal' (2001), y les dedica ahora su alma y el grueso de sus derechos de autor. 'Dada Dominique' (hermano Dominique para millones de personas) ha querido celebrar con otro libro, 'India mon amour' (Planeta), esta inquebrantable pasión solidaria hacia unas gentes y una tierra que encierra lo mejor y lo peor del mundo y que da sentido a su vida.

Mantiene vivo su idilio mediante la peculiar "cruzada humanitaria" en la que a través de una quincena de organizaciones actúan en muy diversos ámbitos y para las que necesita recaudar más de tres millones de euros al año. Su lema vital es el proverbio hindú: "todo lo que no se da, se pierde". Para practicarlo junto a su mujer -"la gran Dominque, la esposa del pequeño Dominique"-, sostiene, dispensarios antituberculosos, leproserías, maternidades, escuelas, asilos, y barcos medicalizados, concede microcréditos y ampara prospecciones de agua. Espera recaudar parte de esos fondos con la venta de este "libro de fe, pasión y generosidad". Quiere con él "inspirar a todos quienes no aceptamos la injusticia del mundo y que creemos en la posibilidad de construir una sociedad de amor y fraternidad".

Esta historia de "amor y dependencia" comenzó hace casi 40 años cuando su jefe durante 14 años en Paris Match le alentó a explorar y relatar como la India, un planeta en sí mismo que albergaba un quinto de la humanidad, había cambiado gracias un hombrecillo que, predicando la no violencia, el amor y la tolerancia logró independizar al paupérrimo gigante asiático del imperio británico. Seguir el hilo de la vida de Mahatma Gandhi por consejo de Raymond Cartier fue "una feliz decisión" se enorgullece hoy, con 80 años cumplidos, y sin haber rebajado un gramo al volcánica energía y el cósmico optimismo que le permite seguir en la brecha.

El Rolls vagabundo

Junto a Larry Collins se embarcó en Marsella en un paquebote que les llevaría a Bombay. En las bodegas viajaba un avejentado y suntuoso Rolls Royce Silver-Cloud con el que recorrerían 20.000 kilómetros vagabundeado por el subcontinente en busca de "las fuentes de la historia". Lo cargarían con sensaciones, emociones "y media tonelada de documentación" para escribir 'Esta noche la libertad', todo un superventas sobre la independencia de la India. Aquel viaje le inoculó el dulce veneno que aun corre por sus venas: la pasión por un inabarcable caleidoscopio humano y geográfico, "por un mosaico de pueblos razas, castas y religiones". "Fue un flechazo inmediato que cambió mi vida" admite. "Serían necesarias diez vidas para conocer ese continente de más de mil doscientos millones de habitantes desperdigados en seiscientas cincuenta mil poblaciones, que hablan casi ochocientas lenguas y en el que se adora a veinte millones de divinidades y donde el hambre convive con los Ferrari".

'India Mon amour' rememora aquel iniciático viaje y da cuenta de encuentros "prodigiosos" para Lapierre . De su descubrimiento de la insultante riqueza de unos marajás al borde de la extinción, de la santa labor de la Madre Teresa en Calcuta con los seres más desheredados de la tierra, de su memorable entrevista con Lord Mountbatten, el último virrey británico de la India, o su encuentro con los asesinos de Mahatma Gandhi. Incluye un 'making off' de la película que Roland Joffe dirigió en 1992 sobre los suburbios más miserables de Calcuta, "donde resplandece una alegría por la vida que desconoce nuestro mundo rico y tecnificado".

Actores

Es un "cuaderno de viaje" con fotos de mucho protagonistas de este agridulce romance hindú en los que junto a multitud de "héroes desconocidos" los actores fundamentales son "el profeta" Gandhi y la beatificada Madre Teresa, de cuya labor se considera Lapierre "un humilde seguidor". "Me cambió profundamente; me mostró que era necesario aportar gotas al océano de la solidaridad, que no bastaba con escribir libros de éxito y que sin esa gota de cada cual, el océano no sería el océano".

Ella lo llevó al hogar para niños leprosos del misionero británico James Stevens (Paul Lambert en 'La Ciudad de la alegría'), y le presentó al enfermero suizo Gastón Grandjean (Max Loeb). Aquella diminuta mujer - "un fichero vivo de de todos los sufrimientos y mi luz en el camino"- le ayudó a ver la belleza en el infierno de miseria que se empeñó en dignificar.

En aquel estercolero conocería Lapierre a Hasari-Pal, el paria que recorrió miles de kilómetros con los pies descalzos tirando de un de rickshaw por algunas rupias. La muerte de aquel pequeño gran hombre, vencido por la tuberculosis con solo 35 años, fue un acicate para Lapierre , que campanillea orgulloso el cascabel de su taxi-ciclo. "Es mi conexión directa con Calcuta, un infalible teléfono móvil que me recuerda la fuerza extraordinaria y la generosidad de unas gentes que no tiene nada pero que siempre te regalan felicidad" dice mostrando su amuleto.

Desde la catástrofe de Bophal, de la que escribió al alimón con sobrino Javier Moro, dedica el grueso de sus derechos de autor y los recursos que recauda a través de diversas ONG a la ayuda humanitaria que canaliza mediante la fundación 'Action pour les enfants des lépreux de Calcuta'. Son una quincena de instituciones laicas que actúan además de la India, en África, Europa y América. Le enorgullece que la compra de su nuevo libro, "aun siendo una gota de agua contra las injusticias" sea un aporte a esta "cadena solidaria" que financia hogares y escuelas infantiles, aldeas para madres abandonadas, clínicas, dispensarios o barcos hospital.

Su pretensión no es otra que devolver a la India lo mucho que le da, esa "vitamina vital que recarga las baterías" que mantiene activo al autor de superventas como 'Más grandes que el amor', 'El quinto jinete', '¿Arde París?', '.O llevarás luto por mí' o 'Un arco iros en la noche'.

Cuando se siente bajo de ánimo Lapierre se da una vuelta en el Rolls que aún conserva en su casa del sur de Francia y hace sonar el cascabel del Hasari Pal y piensa en Ashu, un ingeniero hoy, al que conoció con diez años, castigado por la lepra y con el vientre hinchado por los gusanos. "Entonces la vida toma sentido", sonríe.