La Generación del 27, la mentira más ingeniosa de la Literatura

Una campaña de publicidad que resultó tan convincente que nadie se planteó la veracidad de lo informado. Una crónica falsa, firmada por una autoridad literaria con la aquiescencia de otra figura artística, sirvió como una especie de manifiesto que agrupó a la generación más famosa de las letras hispanas, la del 27. Gerardo Diego fue la voz de ese relato imaginado que ahora, gracias al trabajo del profesor, escritor y periodista Manuel Bernal, se desmonta. 'La invención de la Generación del 27' (Berenice) se presenta esta tarde -a las 20 horas- en la sede de la APC, en un acto que contará con la presencia del autor y del poeta Jesús Fernández Palacios.

En este ensayo, el profesor afincado en Jerez narra y ofrece pruebas documentales de todo lo sucedido en torno a la organización del homenaje tributado a Góngora que el grupo celebró en Madrid y en Sevilla. «Gerardo Diego escribió una crónica falsa que quiso publicar en 'La Gaceta literaria', que dirigía Jiménez Caballero. Finalmente lo hizo en su propia revista 'Carmen', que iba acompañada de su inseparable suplemento 'Lola'. Esa crónica estaba cargada de invención e ironía, pero nadie lo percibió como tal y por eso pasó a la Historia», cuenta Bernal.

El otro 'argumento de autoridad' que facilitó que esta narración fuese tomada como cierta provenía de Rafael Alberti, para entonces ya Premio Nacional. «Él (por Alberti) era el secretario de la comisión y el que mandaba las cartas a todos los miembros del grupo. El portuense lo estaba pasando mal y su único objetivo era conseguir vivir de la literatura, la música o la pintura, del arte en definitiva», esgrime el autor del ensayo. Una carta enviada a Ignacio Sánchez Mejías demuestra el estado de ansiedad del padre de 'Marinero en tierra'. Bernal no duda de las carreras de los escritores de la Generación del 27, ni de su producción o su importancia. Sin embargo, su ensayo abunda en la idea de que precisamente el origen de este grupo sirve para escribir una de «las historias literarias más bellas y divertidas de las letras españolas». Una estrategia de marketing que quedó retratada, como todos los eventos importantes, en una fotografía. Una imagen, por cierto, con una rúbrica falsa también. «A estos poetas les faltaba el impulso inicial y tomaron como estrategia el modelo francés. Es algo que ocurrió, aunque sin crónica inventada, en la Generación del 50, organizada para un homenaje a Machado».

La «genial» fabulación de Gerardo Diego fue oficial para los expertos hasta 1977. Diez años antes de su muerte, el poeta cántabro reconoció su mentira en un artículo publicado en el diario 'Arriba' de Madrid.