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EL CANDELABRO

BOCAZAS

ARANTZA FURUNDARENA
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Lo peor que tiene el bocazas es que mete constantemente la pata, desvela secretos, pone en evidencia a todo el mundo (empezando por él mismo), crea situaciones incómodas, genera incluso conflictos que podrían haberse evitado de haber sabido callar a tiempo. Sí, tiene muchas contraindicaciones ser bocazas. Y el refranero está lleno de advertencias al respecto: Por la boca muere el pez; quien mucho habla mucho yerra; en boca cerrada no entran moscas, etc. Pero no todo es negativo en el vicio de largar sin cuento. Los bocazas, entre otras virtudes, suelen hacer gala de una franqueza que es de agradecer en este mundo cada vez más falso y obsesionado con las buenas apariencias. Se saltan a la torera lo políticamente correcto, arriesgan su propia imagen con tal de soltar por esa boquita lo primero que les pasa por la mente, lo cual generalmente viene a coincidir con lo que piensan. Y sobre todo, suelen ser bastante autocríticos. Son bocazas hasta para admitirlo. «Hablo demasiado, lo sé», ha confesado el incontenible Sean Penn. Gracias a esa incontinencia verbal Marc Anthony, el exmarido de Jennifer Lopez, nos ha dejado entrever la tormentosa realidad de un matrimonio que se nos vendía como perfecto. Un ataque de franqueza llevó a Tita Cervera a desvelar (hoy, muy a su pesar) que el barón Thyssen regaló un cuadro de Goya a su hijo... Ahora el bocazas de turno es Enrique Iglesias por un comentario que ha indignado a Kate Moss. «Kate, cuando era niño estaba enamorado de ti», le soltó en un concierto. Y la modelo (de 38 años) se lo tomó como que el cantante (de casi 37) la estaba llamando vieja. ¿Olvida Moss que a los 14 debutó en la pasarela? Él era un crío cuando ella se hizo famosa y ella, evidentemente, también. Además, a Enrique todo se le puede perdonar porque es un bocazas (por parte de padre) que entiende que la verdadera indiscreción empieza por uno mismo (ha proclamado públicamente que posee un micropene). Puede que calladito esté más guapo. Pero desde luego no más auténtico.