Mourinho, sobre el silencio: «Yo no soy el responsable»
Obligado a hablar la víspera de enfrentarse al Apoel, Mourinho contradice a Butragueño, que aseguró que la polémica decisión «fue una postura del cuadro técnico y el vestuario»
Actualizado:Obligado por la UEFA a comparecer en rueda de prensa, bajo amenaza de una sanción económica, pero con muy pocas ganar de hablar la víspera del partido contra el Apoel de Nicosia, José Mourinho contradijo este lunes a Emilio Butragueño al manifestar que él no es el responsable de la ley del silencio. Butragueño, reconoció el domingo que la decisión de no realizar declaraciones tras el empate ante el Villarreal fue «una postura tomada por el cuadro técnico y el vestuario», pero Mourinho dejó en evidencia al director de Relaciones Institucionales del Real Madrid con unas manifestaciones que ponen en entredicho la estrategia de comunicación del club blanco.
«No es verdad lo del silencio. No tengo que justificar, pero no soy yo el responsable ni he sido yo el que ha determinado absolutamente nada», sentenció con gesto serio el técnico portugués cuando se le preguntó por la prohibición a sus futbolistas y también a su ayudante, Aitor Karanka, quien tampoco habló antes ni después del último partido contra la Real Sociedad. A la segunda cuestión cortó de forma tajante cualquier referencia a la mordaza, obligada por un entrenador que espera que tras el choque de este martes en la capital chipriota «se hable de los jugadores del Madrid y del Apoel, y no del árbitro (el alemán Felix Brych)».
Incluso fue Mourinho quien, después de negarse a responder varias preguntas, dio por terminada la conferencia de prensa oficial al cortar de forma inesperada a Khedira. Se le consultó al jugador tunecino por la opinión de la plantilla sobre el ‘silencio stampa’ y Mourinho y Khedira se levantaron de la silla y abandonaron la sala de prensa para llevar a cabo el entrenamiento a la eliminatoria más desequilibrada de los cuartos de final de la ‘Champions’. Entre el club más rico del mundo (500 millones de presupuesto) y el más pobre de los supervivientes de la gran competición (ocho millones). También entre el segundo más goleador de Europa (24 tantos, con una media de tres tantos) y el menos realizador (siete), entre otras estadísticas desiguales. Aunque Mourinho augura un partido «difícil» en Nicosia, el técnico luso no niega la evidencia: «Yo asumo la responsabilidad de decir que somos obviamente los favoritos, por nuestro potencial económico y deportivo».
Aun sin su eje en el centro del campo, el sancionado Xabi Alonso, cuyo sustituto es la única incógnita para enfrentarse al animoso Apoel, que apela a sus aficionados para intentar resistir frente a uno de los dos grandes favoritos a conquistar la Copa de Europa. A la calidad y pegada del Madrid, el Apoel opondrá ilusión, «y corazón», como dice Khedira, pero esas armas deben ser insuficientes. Para el Apoel, Nicosia y Chipre, la cita es histórica, y recibir a los blancos ya es una fiesta. Se da por hecho que el Real Madrid estará en las semifinales por mucho que el GSP Stadium pretenda ser una caldera contra los madridistas y, en concreto contra Cristiano Ronaldo. El crack luso llamó el pasado mes de septiembre «anormales» a los seguidores locales tras un amistoso Chipre-Portugal en el que no se le dejó de recordar a Messi cada vez que tocaba el balón, pero lejos de echar más leña al fuego, el técnico del Apoel, el serbio Ivan Jovanovic, ha censurado ese comportamiento y ha solicitado a la afición que no repita su actitud.
En cualquier caso, el público no juega, y Mourinho destaca que «la mejor cualidad del Apoel es que es un equipo equilibrado, un adjetivo de los que tienen más significado en el mundo del fútbol», y que él exige que su grupo también lo sea en Nicosia. De ahí la duda entre el ‘jugón’ Granero o el defensivo Coentrao como acompañante de Khedira en el doble pivote. «Granero es una buena opción. Me gusta y nos puede dar equilibrio, aunque no estoy diciendo que vaya a ser titular. Respecto a Fabio (Coentrao), está recuperado de su lesión y su ánimo es bueno», aseguró ‘Mou’, sin criticar los abucheos del Bernabéu el sábado al polivalente futbolista portugués que fue cazado fumándose un cigarrillo. «Los silbidos del Bernabéu no los valoro», se limitó a comentar.
70 remates frente a 21
En un choque a priori tan desproporcionado, para el Apoel sí es una mala noticia no poder contar con una de sus principales estrellas y uno de sus jugadores de ataque más desequilibrantes, Manduca, ya que el autor del gol de la vuelta de octavos que permitió a su equipo llegar a los penaltis frente al Olympique de Lyon también está sancionado. No faltará el goleador Aílton, también brasileño, ni el hermano del exmadridista Santiago Solari, Esteban -al menos en el banquillo-, pero el fútbol de ambos equipos está a una distancia sideral. Por ilustrar la diferencia, otros dos datos: el Madrid es el equipo que más dispara a portería (70 remates, con un promedio de 8,75), y el Apoel el que menos (21, con una media de 2,62); y en cuanto a posesión de balón los blancos presumen del 55% (el Barça lidera con el 69%), mientras que los chipriotas se limitan al 42% y cierran la lista de cuartofinalistas. Se presume trabajo para la defensa local y el portero griego Chiotis, titular frente al español Urko Pardo y convertido en héroe nacional chipriota tras una memorable tanda de penaltis ante el Lyon.
Para el Apoel es un premio este enfrentamiento contra el Real Madrid, y los chipriotas intentarán prolongar lo más posible este sueño, que según Mourinho podría llegar hasta la vuelta del Bernabéu. «Contra el CSKA algunos pensaban que iba a ser más fácil, pero yo no pensé así. En el primer partido conseguimos una pequeña ventaja (1-1, con un gol de libre directo de los rusos en el descuento). Mis sensaciones son que mañana será un partido difícil y que en el Bernabéu, nuestro hábitat natural, quizás sea un partido más simple», augura Mourinho. A180 minutos no hay otro color que el blanco para repetir semifinales.