Sigue la incertidumbre

Para esto mejor no haber adelantado las elecciones. Apenas cambian las cosas. El PSOE de Javier Fernández ha ganado las elecciones en el Principado pero no podrá gobernar; FORO pierde votos y escaños, mejora IU y se estrena UPyD en el Parlamento regional. Lo dicho puede ser mucho o puede no ser nada si lo que se pretende es saber qué puede pasar. Antes y después del 25-M la única seguridad en Asturias era la incertidumbre. Muchos pensaban -y siguen pensando-, que los resultados no determinarán nada claro en un primer momento. Llega la hora de los pactos y los despachos. Llega el momento de olvidar agravios y de limpiar la memoria. Eso les toca a FORO y PP, si es que hay alguna posibilidad de que puedan gobernar juntos, o con apoyos puntuales del partido de Rajoy a Cascos. Lo único que se sabía y se sabe es que los resultados abren varias posibilidades y que habrá movimientos en los despachos y en las sedes de los partidos políticos. Pero a esta hora lo más probable -y una vez que ha cambiado el liderazgo del PP en Asturias-, el pacto FORO-PP es lo más realista. Y lo más sensato.

Igual tiene razón Francisco Álvarez Cascos cuando dice eso de que en Asturias votar es mucho más que elegir. Votar es también saber a quién das el voto sin poder adivinar para qué va a servir y a quién puede hacer presidente o presidenta del Principado. Si, ciertamente, es algo parecido a una broma. Sólo sabemos que el PSOE no gobernará bajo ningún concepto con el PP. Todo lo demás es posible, aunque un acuerdo entre el FORO de Cascos y el PP de Rajoy será un parto difícil. Incluso siendo posible nacerá débil y con un fututo tan incierto como el liderazgo del actual presidente en funciones.

Pase lo que pase Cascos ya no será creíble si vuelve a invocar un complot entre PP y PSOE que hace ingobernable Asturias. En realidad el Principado ha sido ingobernable porque con un puñado de diputados no se puede gobernar esta comunidad ni ninguna otra. FORO ha gobernado algo más de medio año con 16 diputados de los 45 que hay en el Parlamento regional. Poco era y poco seguirá siendo. La fractura del electorado asturiano es asunto que ha de apuntarse Álvarez Cascos. Él, en una deriva regionalista impropia de un señor muy de derechas y atrapado por su pasado en el PP, es el responsable. Y todo hace indicar que volverá a serlo al frente del Gobierno. Solo falta que haya aprendido la lección. Esa que dice que por muchas veces que voten, los asturianos quieren lo mismo. Incluida la incertidumbre.