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ANDALUCÍA

La hora del cambio o del mismo camino

Los andaluces deciden hoy si acabar con 30 años de gobiernos socialistas o levantarse mañana de izquierdas

MARÍA DOLORES TORTOSA
SEVILLA.Actualizado:

Llegó la hora. La de las elecciones más tensas y reñidas de la historia reciente de Andalucía. Hoy deciden los andaluces. En total 6,4 millones están llamados a las urnas. La elección es entre 32 candidaturas, pero la posibilidad de gobierno solo la tienen dos, PSOE y PP. Las encuestas han vaticinado la victoria del PP de Javier Arenas por primera vez en Andalucía desde que logró su autonomía en 1981 y tuvo sus primeras elecciones en 1982. Las urnas dirán si han acertado. La gran incógnita de la jornada será saber si la formación de derechas podrá obtener mayoría suficiente para formar gobierno.

La esperanza de Javier Arenas radica en lograr mayoría absoluta. La de Griñán en que el popular no la obtenga y pactar así con Izquierda Unida, formación que aspira a ser llave de gobierno, lo mismo que UPyD, aunque no es previsible que esta logre escaños. Los andaluces, pues, deciden hoy si acaban con 30 años de gobiernos socialistas o siguen levantándose mañana de izquierdas. El Parlamento andaluz tiene 109 diputados. La mayoría absoluta está en 55 escaños. El PSOE ha contado esta octava legislatura ya finiquitada con 56 diputados, mientras que el PP con 47 e Izquierda Unida con 6.

Los tres partidos con representación parlamentaria presentan como candidatos a la presidencia de la Junta de Andalucía a veteranos en la política. Para José Antonio Griñán, sin embargo, es su primera vez como candidato. Sustituyó a Manuel Chaves en 2009 en la presidencia de la Junta. Javier Arenas es la cuarta vez que lo intenta. Mientras que para Diego Valderas es la tercera. Tanto Griñán como Arenas tienen en común haber sido ministros de Trabajo. Por lo tanto, el próximo presidente de la Junta seguirá siendo un exministro de Trabajo. Chaves también lo fue. Una circunstancia curiosa, ya que Andalucía es la comunidad con más paro de España, un millón largo.

Estas elecciones se celebran de forma separada de las generales por primera vez desde 1994. Pese a ello los asuntos nacionales han colmado la campaña. Entre ellos, los recortes del Gobierno de Rajoy y la reforma laboral como fórmulas para salir de la crisis. El caso de corrupción destapado hace un año en la Consejería de Empleo, con una decena de excargos socialistas imputados, también ha pesado incluso con trascendencia nacional.

Los ERE y la reforma laboral

PSOE y PP han tensado la cuerda electoral tirando cada uno de lo que le puede hacer cosechar más votos o hacérselo perder al adversario. Han contado con interferencias. Los sindicatos CC OO y UGT han convocado una huelga general contra la reforma laboral el día 29. El primer domingo de la campaña lograron sacar a la calle a miles de ciudadanos contra la ley de Rajoy. El PSOE se agarró a esta movilización como una tabla de salvación frente a las encuestas.

La jueza de los ERE, Mercedes Alaya, llamó a declarar a los dos imputados de mayor morbo del caso, el exdirector general de Trabajo, Javier Guerrero, y a su chófer, Francisco Trujillo, en plena campaña electoral. Los dos fueron enviados a prisión preventiva con numerosos cargos cada uno. El PP convirtió el caso de los ERE en su munición principal contra el PSOE.

Otro asunto en liza ha sido el de los 30 años de gobiernos sucesivos del PSOE (entre ellos los ocho en coalición con el PA). Circunstancia que ha propiciado los lemas de los dos partidos rivales. 'Por el cambio andaluz' del PP y 'Por el camino seguro' del PSOE. Arenas ofrece regeneración política acusando a los socialistas de desgaste por 30 años de «ocupación» del poder como lo refleja la corrupción de los ERE. Promete austeridad y reducir a la mitad los cargos públicos. Griñán defiende el «orgullo» de los logros de tres décadas, como un sistema público de calidad y universal en sanidad, educación y servicios sociales y una red de autovías y AVE envidiadas por el resto de España. Advierte de que con el PP podrán caer en manos privadas y deteriorarse.

Con la reforma laboral, los 30 años y los ERE como artillería pesada, las propuestas de los candidatos para hacer avanzar a Andalucía han quedado en el 'backstage' de la campaña. En realidad, con los ajustes que se avecinan para cumplir con el déficit (1,5% del PIB en 2012) pocos proyectos caben. Tanto Griñán como Arenas han sido honestos en esto y han advertido de que se hará aquello que se pueda según las disposiciones presupuestarias.

Los dos también han prometido marcar como líneas rojas de los recortes a la sanidad, educación y servicios sociales. Y a falta de dinero para carreteras, hospitales o piscinas a los dos se les ha llenado la boca de pactos. Pactos por el empleo, por la sanidad, por la educación...

La promesa de no recortar en sanidad, educación y servicios sociales será, pues, lo primero que habrá que exigir al nuevo gobierno. Algo difícil de cumplir. Ya que solo estas tres áreas suponen el 75% de los 32 millones de euros de los Presupuestos de la Junta para 2012. El nuevo gobierno que salga de las urnas deberá asumir recortes presupuestarios de al menos 2.000 millones de euros, según el déficit marcado por el Gobierno central, que ambos candidatos se comprometen a cumplir.

Ni Griñán ni Arenas han explicado con claridad cómo y dónde van a meter la tijera. A los dos, es verdad, les falta conocer el Presupuesto General del Estado, que Rajoy prometió para el próximo día 30. El candidato socialista arguye que no recortará porque el Estado le debe una cantidad similar. Arenas añade que esperará a conocer las cuentas de la Junta, ya que no se cree los números de los socialistas. Pero ya ha advertido de que no quitará los impuestos que prometió un año atrás. Solo el de sucesiones, pero a lo largo de la legislatura.

Los resultados de las primeras andaluzas separadas de las generales desde 1994 tampoco, como la campaña, escaparán al influjo nacional. Si Griñán logra mantener la presidencia de la Junta, el PSOE de Rubalcaba tendrá en Andalucía el «baluarte» desde el que reconquistar la mayoría social perdida en casi todo el territorio. Andalucía será así un referente de las políticas socialdemócratas frente a la derecha que gobierna casi todas las instituciones del país. Y no es una comunidad cualquiera. Es no solo la más poblada, con 8,4 millones de habitantes; Es también clave en el conjunto del Estado de las autonomías. Su presupuesto es el segundo de mayor volumen.

Pero si Arenas logra la mayoría absoluta, Rajoy verá así reforzadas sus políticas de sus primeros cien días de gobierno, incluida la reforma laboral. Una victoria del PP clara en Andalucía dejaría la huelga del día 29 en agua de borrajas. Pero sobre todo servirá de espaldarazo a los ajustes que se prevén en los Presupuestos que dará a conocer el próximo viernes.