«Sáenz de Santamaría es la fiera domada»
Analiza algunos de los personajes femeninos de Shakespeare en un nuevo monólogo que presenta en el VillamartaRafael Álvarez 'El Brujo' Actor
CÁDIZ. Actualizado: GuardarEl gran 'señor' de la escena española, El Brujo que encandila al patio de butacas con su dominio de la palabra, regresa a la provincia con un nuevo monólogo. Tras 'El Testigo', obra con la que homenajeaba a Fernando Quiñones y al flamenco de los años treinta, llega esta noche al Teatro Villamarta de Jerez con 'Mujeres de Shakespeare'. Si Mel Gibson lograba ponerse en la piel de las féminas tras un golpe en la bañera en '¿En qué piensan las mujeres?', el actor Rafael Álvarez se vale de los textos de las comedias de William Shakespeare para acercarse al alma femenina y profundizar en su naturaleza. Dice que ha aprendido mucho desde entonces y que ellas saben disfrutar mucho más de las pequeñas cosas de la vida. En este nuevo montaje, en el que únicamente estará acompañado en el escenario por el violinista Javier Alejano, pone voz, entre otras, a la Rosalinda de 'Como gustéis', la Catalina de 'La fiera domada' o la Beatriz de 'Mucho ruido y pocas nueces'.
-Para William Shakespeare las mujeres eran más sabias y menos narcisistas que los hombres, ¿comparte la opinión del dramaturgo inglés?
-Coincido plenamente con él, por eso he hecho esta obra. Shakespeare sentía mucha fascinación y un gran entusiasmo por la inteligencia femenina. Entonces me dije, 'está claro, hay que aprender de él y de su forma de entender el universo femenino'.
-Sobre todo ha elegido para este monólogo los personajes femeninos de las comedias 'shakesperianas'.
-Sí, aunque también hay una parte dedicada a Julieta. En las tragedias los hombres son los que mueven los hilos y las mujeres están más bien en un segundo plano. Hay líos de poder, conjuras, intrigas... y las mujeres, incluso Lady Macbeth, son secundarias. Mientras tanto, en las comedias de Shakespeare ellas son las protagonistas absolutas, además están felices, radiantes y maravillosas.
-¿Por qué ha decidido incluir entonces a Julieta?
-Se trata del personaje femenino más sublime y extenso del dramaturgo, por su forma de entregarse al amor, su inocencia y madurez, a pesar de ser una niña todavía. Son cualidades increíbles que hablan de la perspicacia de Shakespeare para ver el alma femenina.
-¿Su amor por Romeo es real o es solo un mito romántico?
-Existe en la literatura porque este tipo de amores existen en la realidad, si no no se hubiera podido concebir. Estoy convencido de ello.
-¿Y es fácil encontrar ejemplos de modernas Rosalindas, Catalinas o Beatrices hoy en día?
-Sí, claro. En el Gobierno hay muchas mujeres felices. Por ejemplo, Soraya Sáenz de Santamaría tiene una cara de felicidad total, no hay más que verla. Se ve que está encantada con lo que hace.
-¿A cuál de estas mujeres de Shakespeare se equipararía?
-A Catalina, la fierecilla domada. Era 'fierecilla' cuando estaba en la oposición y ahora que está en el Gobierno, en medio de todo el berenjenal, es la 'fierecilla domada'. Tiene que atemperar todo su ímpetu de opositora y apechugar con lo que hay.
-¿Qué terrenos le quedan por conquistar a la mujer todavía?
-No sé, hay algunas que ya lo han conquistado todo y otras todavía no se han dado cuenta de que tienen que conquistar el mundo. Creo que depende de cada mujer. No es lo mismo la ministra, que la mujer que limpia en su casa, y ambas son mujeres.
-¿Entiende mejor a las mujeres ahora, después de haber hecho esta obra?
-Sí. Entiendo por qué les gusta hablar de cuestiones frívolas, como la moda. Es necesario evadirse, además relaja y distiende y las neuronas se regeneran y la energía se recupera. A los hombres, desde nuestra estupidez, nos parecen cosas menores y lo juzgamos con suficiencia, pero son formas de amar la vida y de ser feliz con cosas nimias.
-¿Hay mucho feminismo en estas obras teatrales?
-El mayor especialista en Shakespeare, el profesor americano Harold Bloom, en cuyas obras se basa el montaje, dice que 'La fierecilla domada' es la obra más feminista que se ha escrito jamás en la historia de la literatura. Porque no se trata solo de que el marido convierta a la 'fiera' en una mujer sumisa, sino que ella interpreta este papel para dominar sutilmente al hombre y ejercer el poder en la sombra. Esto también está en Lady Macbeth, que muestra ya una inteligencia más refinada.
-¿Qué se sabe de la relación de William Shakespeare con las mujeres de su vida? Se habla de sus infidelidades...
-Sí, pero no solo eso. También se sabe que abandonó a su mujer y a sus hijas mellizas y se fue a Londres, donde inició su carrera teatral. Tuvo muchas relaciones, no obstante, y una vida sexual turbulenta. Además, tuvo una historia amorosa muy complicada con una mujer, a la que los críticos llaman la 'dama oscura'. Esta aparece en muchos de sus sonetos. Todo esto está incluido en el espectáculo.
- 'Mujeres de Shakespeare' también alude a problemáticas actuales como la crisis económica, el amarillismo de la prensa del corazón o la corrupción urbanística.
-Sí, hay muchas referencias, en forma de chistes y parodias, de algunas de estas cuestiones actuales. Muchas improvisaciones también.
-Tengo entendido que este proyecto le sobrevino cuando estaba de vacaciones en el Caribe. Me cuesta imaginarle en un 'resort' de vacaciones... Le pega más ir de viaje a las grandes capitales culturales de Europa.
-Pues la verdad es que me encanta el Caribe, voy todos los años. Aparte de Friburgo, París y Berlín, me gustan más los sitios más cálidos. Sobre todo porque tienen salsa, playas estupendas, muchos refrescos y sobre todo un clima inigualable...