PAMPLINAS ILICITANAS
Actualizado: GuardarEl encuentro de esta tarde ante el Elche se antoja arto complicado. El conjunto ilicitano espera entrar en los puestos de promoción por lo civil o lo criminal después de haber perdido el ascenso el año pasado ante el Granada. A pesar de la buena temporada que están realizando, parece que últimamente han perdido fuelle. De los últimos 15 puntos puestos en liza, solo han logrado llevarse al zurrón tres. Bien en cierto que es uno de los conjuntos que más rentabilidad está sacando en sus disputas como visitante. El Elche es el segundo equipo, solo superado por el Celta, que más ha rentabilizado sus desplazamientos. Solo ha perdido cinco encuentros como visitante, cosechando 24 puntos lejos del Martínez Valero. Es un rival complicado y sus números pueden apabullar, pero hay que saber que las derrotas ante Numancia y Valladolid han dejado muy tocados a los valencianos. Los nervios por no terminar de posicionarse en la parte alta de la tabla comienzan a aflorar y eso es un arma para el conjunto de Moreno, el cual ha de saber jugar con la ansiedad de los alicantinos. Hay varios aspectos que denotan el nerviosismo y la ansiedad de los ilicitanos. El primero es que su presidente, José Sepulcre, va a los entrenamientos a animar a la plantilla y el segundo es que, cuando se está nervioso, se suelen decir muchas pamplinas. El jugador del Elche, Pelegrín, declaró que el Xerez «está en tierra de nadie y en una situación cómoda». ¿Cómoda? No sé qué entenderá el defensa por «cómoda» pero estar luchando aún, a estas alturas, por la permanencia no es ninguna comodidad. Bordalás remataba diciendo que el Xerez es un rival difícil porque «no tienen presión». Los azulinos ni está en una posición cómoda ni carece de presión. Sobre todo porque aún queda mucha liga y la posición que ostenta actualmente el Xerez, el 14 con 36 puntos, hace que no se pueda confiar lo más mínimo. Todos sabemos lo que podría ocurrir con el club si éste desciende a Segunda B. Esta tarde, si Moreno sabe ganarle la partida a Bordalás, y juega con la ansiedad y el nerviosismo de los ilicitanos, se podrá dar un pasito más hacia la permanencia, después ya veremos.