Sociedad

Los papeles perdidos de Pardo Bazán

El original está en la biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano, aristócrata que mantuvo un fugaz amorío con la escritora La obra 'Aficiones peligrosas' se publica completa por primera vez

MADRID. Actualizado: Guardar
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Emilia Pardo Bazán (La Coruña, 1851- Madrid, 1921) tenía solo trece años cuando redactó su primera novela, que acabaría titulando 'Aficiones peligrosas'. Se conocía la existencia de esta precoz narración, pero no se había publicado jamás en su integridad, algo que ahora ha sido posible tras el rescate del manuscrito, que estuvo 'traspapelado' más de medio siglo entre los muchos fondos que custodia la Fundación Lázaro Galdiano, y que se recuperó desgajado. El hallazgo ha hecho posible la publicación en el sello 'Analecta' de la versión íntegra de 'Aficiones peligrosas', que llega al lector con 76 páginas y precedida de un estudio de Araceli Herrero Figueroa.

La narración refleja la concepción de la literatura de una jovencísima pero madura Emilia Pardo Bazán; denota la importancia que ya concedía a la lectura y su reivindicación del derecho de la mujer a formarse. Coinciden la directora de la fundación, Elena Hernando, y el director de 'Analecta', Javier Jiménez, en subrayar cómo estamos ante un texto «de una insólita madurez narrativa», dada la edad de su autora. Araceli Herrero destaca también cómo este texto fundacional anticipa preocupaciones que serán una constante en la obra de Pardo Bazán, como «la reivindicación de la literata, la denuncia de su discriminación y la condena de su ninguneo», asuntos en los que la narradora «insistirá durante toda su vida».

Tan temprana novela de doña Emilia Pardo Bazán había sido publicada por entregas en el diario pontevedrés 'El Progreso' en 1866, siguiendo una práctica muy habitual en la época, en la que los autores tenían un canal de publicación en los diarios que acogían en sus páginas a unos folletones de enorme aceptación popular. Hubo en 1989 una edición parcial en formato de libro a cargo de Juan Paredes Núñez, pero recogía solo los capítulos aparecidos en la prensa gallega. La versión completa consta de diez capítulos y un epílogo.

La propia autora entregó el manuscrito en 1898 al aristócrata y mecenas José Lázaro Galdiano, con quien mantuvo unos breves amoríos que no fructificaron y que se trocaron en un larga amistad. También en el respaldo editorial del aristócrata a aventuras como la revista 'La España moderna', empeño de la escritora gallega, una de las figuras clave en la literatura española del XIX.

Doña Emilia conoció a José Lázaro Galdiano durante la Exposición Universal de Barcelona de 1888, cuando la escritora mantenía una relación sentimental con otro patriarca de las letras hispanas, Benito Pérez Galdós, según recordó en la presentación de la nueva edición Jesús Rubio, catedrático de Literatura de la Universidad de Zaragoza. El flirteo entre la articulista y escritora y el aristócrata corrió como la pólvora en los mentideros literarios madrileños, explicó el profesor Rubio. De los vaivenes de aquella relación da buena prueba la dedicatoria de la escritora gallega al mecenas: «De muy mala gana, por santa obediencia, entrego este manuscrito de mi primer novela escrita por mí a la edad de 13 años».

Rubio está seguro de que los estudiosos y los lectores «disfrutarán» con esta novela de Pardo Bazán que nos conduce «a la prehistoria de una de nuestras mejores novelistas, quizá la única que se puede codear con Galdós, Clarín y Valera». Juan Antonio Yeves, director de la biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano, mostró ayer el manuscrito que la fundación custodia junto a otros documentos de la autora de 'Los pazos de Ulloa' o 'La madre naturaleza'. Explicó el bibliotecario cómo el original pudo traspapelarse en 1936, cuando buena parte de los fondos de José Lázaro salieron de su casa y no todos le fueron restituidos en orden.